Trentino-Alto Adige, todo el gusto de la montaña, patrimonio de la humanidad
El DNA de la región es una combinación de aromas picantes y ahumados, mezcla armoniosa con la gastronomía alemana y austriaca.
Encontrará platos sencillos y sabrosos que, sobre todo en la parte del Tirol del Sur, se vuelven más calóricos para equilibrar los rigores del clima alpino.
Las manzanas de la Val di Non (como la Golden Delicious, y la Red Delicious) son un estilo de vida, así como el vino (y las grapas), que con el Trentodoc, teroldego, Marzemino, Gewurztraminer, Enantio, Müller Thurgau, Lagrein y muchos más, expresa todo lo mejor de la cultura y la economía de esta pequeña pero gran región.
Una degustación de mantequilla de malga y pasar a los canederli, un plato típico del Trentino hecho con pan, leche y huevos, los spatzle, otro tipo de ñoquis hechos con harina de trigo y alforfón, y los schultzkrapfen (o roffoi), medias lunas típicas del sur del Tirol, rellenas de espinacas, ricotta y patatas en la estación fría, cebollino en primavera.
Entre los segundos platos, elegid las clásicas salchichas de carne de vaca y ternera (batwurst) cocinadas a la parrilla o en caldo o en la cerveza, acompañado de un bollo de pan, que podéis encontrar en todas partes en la zona (brezel), y una guarnición de chucrut, sin olvidar el speck, el embutido más representativo de la zona, elaborado con pierna de cerdo salada, aromatizada y ahumada, y la luganega de Trentino, condimentada con ajo, sal y pimienta.
Probad también el fontal, el queso de leche de vaca marrón alpino y luego los postres. Si el tiempo acompaña, podéis relajaros con una copa de vin brulé-producto de la cultura centroeuropea, que se ha convertido en una tradición muy arraigada en la región, con vino tinto, azúcar y especias aromáticas- y pasear por los mercados, disfrutando de la bebida caliente y mordisqueando dulces típicos con especias, como strudel de manzana, estrellas de nieve, stanitzeln, lebkuchen.
3 minutos