Isquia, la isla del bienestar con jardines termales y fuentes naturales

En Lacco Ameno se encuentra el Parque Termal de Negombo. Ubicado en la bahía de San Montano, entre el monte Vico y el promontorio de Zaro, está repleto de plantas tropicales y ofrece varias piscinas termales, incluida una singular piscina-laberinto japonesa y otra excavada en la piedra, rodeada de palmeras, con un agua sulfurosa a 35 °C que fluye naturalmente de una cueva , con hamam y baño turco. Se realizan masajes, inhalaciones, pulverizaciones y helioterapia.

En Forio, principal centro urbano de la isla, en la bahía de Citara, desde 1958 se encuentran los famosos Giardini Poseidon, con más de 20 piscinas de agua termal curativa no tratada, con temperaturas que van de los 16 °C a los 40 °C, y una sauna excavada en una cueva de toba. Un lugar en el que el bienestar también se pone al servicio de la sostenibilidad medioambiental: la atención a la ecología es de suma importancia, como lo demuestra la filosofía «plastic-free» del restaurante y los materiales naturales con los que se han fabricado las tumbonas y las sombrillas.

Antes de llegar a los Giardini Poseidon, se deben visitar los Giardini La Mortella, en el promontorio de Zaro. Pensados y creados por Lady Walton, esposa del compositor William Walton, son una parada ineludible en Isquia: un popurrí de plantas mediterráneas y subtropicales, flores y árboles que trepan hasta llegar a un templo tailandés. No son jardines termales, pero también ayudan a meditar y apaciguan los sentidos.

Al final de una escalera que da varias vueltas, se encuentra la bahía de Sorgeto, una encantadora playa protegida por paredes rocosas de las que brotan unas aguas cálidas que, al mezclarse con el agua fría y salada del mar, crean unas verdaderas piscinas termales naturales. La panacea: coge una piedra de la orilla y frótala sobre las rocas tobáceas para obtener un lodo que te puedes aplicar en la cara, para disfrutar de un cuidado óptimo de la piel.

En Sant'Angelo, otra experiencia termal es posible gracias a sus espectaculares fumarolas, un fenómeno volcánico particular que genera en el mar burbujas de gas a 100 °C y unos chorros de vapor que emergen de la arena. Se pueden observar a simple vista cerca de las rocas y en el agua, a pocos metros de la orilla.

En este ambiente relajante, túmbate en la playa, muy cálida, y entiérrate en la arena hasta el cuello: una panacea contra el reumatismo. Se puede acceder a las fumarolas a pie a través del sendero peatonal que conecta el pueblo con la playa de Maronti.

En las inmediaciones de Barano d'Ischia se encuentra el parque Fonte delle Ninfe Nitrodi, donde se dice que vivían las ninfas Nitrodi, cuya espléndida belleza emanaba de sus aguas ricas en sodio (natrón).

El recorrido de bienestar es aromaterapéutico: bebe el agua termal, date una ducha y luego pasea por el parque, detente en las áreas hidroaromaterapéuticas y toca con las manos mojadas las plantas medicinales: tomillo, salvia, romero, mirto…