Los 10 mejores locales históricos de Italia para disfrutar de un ocio nocturno de calidad
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Cuando se llega a una ciudad por trabajo, siempre es un dilema elegir cómo pasar la pausa del mediodía o qué ver antes de marcharse.
Una buena solución es localizar y entrar en los lugares históricos repartidos por el centro de las ciudades italianas, para conocer la cultura y la gastronomía locales, y mientras tanto viajar con la imaginación pensando en las alocadas historias de las que estos lugares han sido protagonistas.
Para ello os proponemos un viaje a 10 templos italianos del sabor y la hospitalidad para que podáis vivir una experiencia realmente inolvidable.
Antica Enoteca Al Brindisi de Ferrara: la taberna más antigua del mundo
Si estáis en Ferrara y os apetece saborear una copa de vino con unos aperitivos, pasaos por Al Brindisi. Esta antigua enoteca se encuentra a un paso de la Catedral, en la estrecha callejuela de Via Adelardi, y cuenta con una historia de libro Guinness de los récords.
Activa desde el siglo XII, cuando ofrecía refrescos a los obreros que construían la catedral, en 1435 era conocida como la "Hostaria del Chiuchiolino" (de chiù, contracción de ciucco, que significa borracho). Entre estanterías de botellas y vigas vistas, podréis saborear excelentes platos de Ferrara, en el mismo lugar que acogió al escultor Cellini, al pintor Vecellio y a los escritores Torcuato Tasso y Ludovico Ariosto. Experimentad el encanto de sentaros en las mismas mesas donde estudió el gran Copérnico, en la posada más antigua del mundo.
Antica Focacceria S. Francesco y Ristorante La Matriciana: cocina popular
El trabajador al que le va el buen comer tiene dos lugares a su disposición para disfrutar de una noche gourmet: el primero está en Palermo, el segundo en Roma. La Antica Focacceria S. Francesco fue fundada en 1834 y en su quinta generación ofrece una carta repleta de especialidades sicilianas, desde la arancina (croqueta de arroz) a la caponata (fritada de berenjenas), pasando por el sfincione (pizza siciliana), las panelle (frituras de harina de garbanzo), el sarde 'a beccafico' (sardinas), el 'guastedde' (pan plano con semillas) y el 'pane ca meusa' (bocadillo de vísceras de ternera).
Este local del Risorgimento palermitano aún conserva la cocina de hierro fundido, con la firma Fonderie Florio 1834, y las mesas de mármol y hierro fundido de la Fonderia Oretea, luciendo un toque Art Nouveau añadido a principios del siglo XX. Aquí, antaño, Ruggero Settimo celebró su elección como jefe del gobierno siciliano en 1848, Garibaldi tomó un refrigerio durante la conquista de Palermo con los Mil Camisas Rojas en 1860 y Francesco Crispi se detuvo ahí a discutir de política. Con la historia de Sicilia como telón de fondo y el paso de personajes que inspiraron y cambiaron el país, degustaréis la cocina popular de Palermo y su larga tradición de sabores y aromas. Aunque no será lo mismo, incluso en el centro de Milán, Turín y hasta en Fiumicino se puede degustar un bocadillo de bazo con la firma Antica Focacceria San Francesco.
En Roma, sin embargo, no podéis perderos los bucatini all'amatriciana (pasta con carrillera y tomate) del Ristorante La Matriciana. El restaurante comenzó como trattoria el año de la anexión de la capital al Reino de Italia y, con la inauguración del cercano Teatro Costanzi en 1880, se convirtió en el lugar de reunión de numerosos artistas, desde Callas a Fracci y Zeffirelli. El restaurante lleva más de un siglo sirviendo los sabores de la cocina tradicional romana, en un ambiente que conserva el mobiliario, el estilo, los escaparates y la estructura de antaño, luciendo incluso una cabina telefónica de los años treinta.
Antica Locanda Mincio, Grand Hotel Minerva y Hotel alla Posta: una escapada inolvidable
Para disfrutar de una estimulante experiencia gastronómica en un ambiente de antaño, pasaos por la Antica Locanda Mincio en Valeggio sul Mincio, provincia de Verona. Mencionada como taberna ya en 1407, ha sido el escondite romántico de grandes actores y directores, entre ellos Visconti. Podréis probar los históricos agnolotti (raviolis) con mantequilla o en caldo y muchas otras especialidades, servidas en elegantes salones entre pinturas al fresco y maderas incrustadas.
Entre los lugares históricos de Florencia, dejaos acoger por el Grand Hotel Minerva, en pleno centro. Llamado en 1848 Gran Locanda Della Minerva, está ubicado en un palacio del siglo XIV, originalmente parte del monasterio de Santa Maria Novella, y cuenta la historia de sus huéspedes entre obras de arte reunidas a lo largo del tiempo, frescos y salas con techos artesonados. El estilo, revivido primero por la renovación arquitectónica de Carlo Scarpa en los años 50 y luego por la más reciente de Tempesti Benelli, realza su historia y lo convierte en un lugar encantador.
El Hotel alla Posta, en Alleghe, en el corazón de los Dolomitas, ya hace 150 años, tras comprender la importancia estratégica que tenía el lugar en la frontera con el Imperio Austrohúngaro, se convirtió en un punto de atracción para extranjeros. Hoy en día ofrece todas las comodidades a sus huéspedes y una excelente cocina, basada en recetas tradicionales.
Cafés y pastelerías históricos: para hacer una dulce pausa en el trabajo
Concluimos nuestro viaje aterrizando en la sección de cafés y pastelerías.
La primera parada es en Bérgamo, en la Pasticceria Balzer, refugio de artistas como Callas, Gassman y Mastroianni, donde degustaremos los dulces con los que se ha hecho famosa, desde la Torta Donizetti a la “Polenta e osei” (bizcocho borracho).
Después llegaremos a Pavía, donde en los floridos mostradores de la Pasticceria Vigoni sirven su postre estrella, la Torta Paradiso.
Por último, degustaremos la tartufata (salsa de trufas), el panfrutto (tarta de frutas) del templo de la dulzura de Valenza, la Pasticceria Barberis, del siglo XIX, que ahora ya no se encuentra en sus locales históricos, pero sin que ello afecte al ambiente ni a las recetas que ofrecen.
Concluiremos nuestro recorrido por los establecimientos históricos italianos más al sur, en Ascoli Piceno, el Caffè Meletti, un raro ejemplo de Art Nouveau en la región de Las Marcas, a cuyas mesas se sentó el mismísimo rey Víctor Manuel II. ¿Preparados para que vuestro viaje de negocios sea una experiencia agradable?