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Enogastronomía
toscana

Comida callejera al estilo toscano

Entre paseo y paseo o antes de entrar en un museo, Toscana ofrece aperitivos y tentempiés absolutamente irresistibles.

3 minutos

Solo tendrás que cruzarte con un vendedor ambulante de comida callejera, que no te defraudará, como nos enseñan los propios toscanos, los primeros entusiastas de estos manjares que se venden en cada esquina.

Aquí tienes algunos que debes probar sí o sí.

Callos y lampredotto

Callos y lampredotto

En el centro de Florencia se pueden ver furgonetas y casetas con bocadillos rellenos de callos o lampredotto, despojos obtenidos de los distintos estómagos de los bovinos: mientras los callos son una mezcla de varias partes, el lampredotto se compone solamente del abomaso, el estómago propiamente dicho, con su color más oscuro y forma rizada. Hervidos durante mucho tiempo en caldo, callos y el lampredotto se sirven calientes en un bocadillo cubierto con salsa verde.

Podéis encontrarlos también en los menús de las tabernas, pero es imprescindible comerlos en la calle.

Cecina

Cecina

La cecina es una especie de focaccia fina hecha con una mezcla de harina de garbanzos, agua, aceite y sal, horneada hasta que se dora.

También conocida como farinata o pastel de garbanzos, se come en trozos sola o acompañada con quesos tiernos como el stracchino, el requesón o el gorgonzola.

Bocadillo de porchetta

Bocadillo de porchetta

La porchetta es un cerdo deshuesado y sin vísceras que se enrolla y rellena con especias, hierbas aromáticas (romero y flores de hinojo) y con trozos de bazo e hígado y se cuece en un horno entre 5 y 8 horas.

La tienes que comer recién cocinada y cuando todavía está caliente en el bocadillo. Nunca falta en los festivales y fiestas populares, pero en los mercados también encontrarás siempre un asador que la propone.

Ciaffagnoni y Necci

Ciaffagnoni y Necci

La leyenda cuenta que fue una dama de Manciano (en la Maremma) contratada en la corte de Catalina de Médicis la que enseñó a los franceses el sutil arte de las crêpes.

En Manciano se llama ciaffagnone, pero la receta siempre es la misma: una masa de agua, huevos y harina que se cuecen en una sartén con manteca de cerdo, creando una capa muy fina. En este caso, se espolvorea con queso pecorino rallado antes de cerrarla sobre sí misma.

Una variante dulce es la migliaccia de Pitigliano, a la que se añade canela, y se rocía sobre todo con miel.

En otros lugares de Toscana puedes encontrar una variante elaborada con harina de castañas, las llamadas necci: se consumen sobre todo en otoño en las fiestas, calientes, acompañadas con requesón o chocolate fundido.

Brigidini de Lamporecchio

Brigidini de Lamporecchio

Un clásico para picar e imperdibles en las fiestas de los pueblo son los brigidini de Lamporecchio, especialidad del homónimo pueblo en la región de Pistoya. Son obleas crujientes de color amarillo-naranja hechas con harina, huevos, azúcar y anís. Una "delicia especial al estilo toscano", las llamó Pellegrino Artusi, uno de los gastrónomos más famosos de Italia.

Bomboloni

Bomboloni

Los buñuelos dulces, con o sin el apetitoso relleno de crema y la cobertura de azúcar, son originarios de Toscana. Se pueden encontrar en cualquier sitio, incluso recién sacados del horno, tanto por la mañana como por la tarde para merendar. También existen en versión con forma de anillo, sin relleno. Al fin y al cabo, cada ciudad tiene su propia receta.

Buñuelos de arroz

Buñuelos de arroz

En la plaza del Campo de Siena puedes encontrar, entre finales de enero y principios de abril, la casita del buñolero friendo todo el día los buñuelos de arroz de San José, hoy populares también en otras ciudades de Toscana.

El arroz se cuece en leche y se aromatiza con naranja antes de sumergirlo en aceite, donde permanece unos minutos hasta formar una corteza crujiente.

Pan y jamón toscano

Pan y jamón toscano

El pan toscano D. O. P., sin sal, se combina perfectamente con el jamón toscano, también D. O. P., y que suele ser bastante salado, para obtener una merienda 100% toscana. Las posibles variaciones, igualmente tradicionales, son el pan con finocchiona o con la mortadela. 

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