Otoño

A pocos minutos de las soleadas playas de la costa jónica de Basilicata, situada entre las desembocaduras de los ríos Bradano y Basento, la antigua ciudad de Metaponto fue fundada alrededor del siglo VIII a. C. Un pequeño grupo de griegos del Peloponeso en busca de nuevas tierras que poblar eligió este territorio fértil estratégicamente situado en el centro del litoral jónico. Eran los tiempos de la Magna Grecia, una época en la que las costas del sur de Italia vieron surgir florecientes ciudades comerciales construidas y desarrolladas por colonos del Mediterráneo oriental. Como sucedió en otras muchas ciudades de la Magna Grecia, los habitantes de Metaponto lo dotaron no solo con lugares de reunión e intercambio sino también de culto y devoción. Había fascinantes templos con columnas dedicados a los dioses paganos, un teatro, calles, casas, tiendas y todo lo necesario para hacer de la ciudad uno de los principales puertos mediterráneos de la antigüedad. En la actualidad, los restos milenarios incluidos en el parque arqueológico son el principal atractivo turístico de la ciudad de Metaponto, que también cuenta con las hermosas playas de la costa jónica y con un museo arqueológico de gran valor.

Enclavado en las escarpadas paredes de un espolón rocoso, el pueblo fantasma de Craco se ha convertido en uno de los símbolos turísticos de Basilicata en el mundo: un cúmulo de edificios en ruinas que sobresale en lo alto del paisaje desnudo de las tierras yermas lucanas. Cuenta la leyenda que en 1963 un desprendimiento alejó para siempre a los habitantes de Craco Vecchia del antiguo núcleo medieval, antaño localidad de paso en el camino de los cruzados hacia Tierra Santa. Los residentes se mudaron a un barrio moderno a poca distancia. Lo que antes eran casas habitadas hoy es un destino para los viajeros y los amantes de la historia y la cultura. Los restos de un par de iglesias, algunos bloques de apartamentos en estado de completo abandono y unas vistas espectaculares del entorno hacen que Craco sea un destino ineludible en cualquier viaje por Basilicata.

Rodeado por una serie interminable de miradores, arroyos de montaña y acantilados rocosos, el municipio de Pietrapertosa es el más alto de Basilicata y alcanza una altitud de 1020 metros. Las casas, las iglesias y las plazas de esta ciudad se han convertido a lo largo de los siglos en una sola cosa con la roca local sobre la que se asientan sus cimientos. Paisaje y arquitectura se engloban mutuamente para ofrecer unas vistas y un ambiente como los de un belén viviente, un poco natural y un poco artificial. Antes de dejar Pietrapertosa, te recomendamos encarecidamente visitar el pueblo adyacente, Castelmezzano, igualmente encantador. Para ir a Castelmezzano es mejor seguir la ruta de «Il Volo dell'Angelo», que abre en verano. Gracias a un cable de acero de seguridad al que aferrarte, el «vuelo del ángel» supera las gargantas y los bosques que dividen a Pietrapertosa y Castelmezzano y te permite observar el territorio desde una perspectiva nueva y adrenalínica: las rocas que componen el paisaje encantado de los Pequeños Dolomitas lucanos parecerán asumir formas siempre nuevas y cambiantes.

Profundos cañones rodean el territorio de Castelmezzano, un pequeño pueblo situado en el centro del escarpado y salvaje paisaje del parque regional de Gallipoli Cognato Piccole Dolomiti Lucane. Los audaces habitantes de Castelmezzano han logrado a lo largo de los siglos conectar entre sí las casas del pueblo, encaramadas a la piedra, mediante escalones, intrincados callejones y sombríos pasajes. En la actualidad, Castelmezzano ofrece un contexto urbano muy fascinante para los viajeros, aunque los alrededores también son una visita obligada. Pietrapertosa, por ejemplo, es otro hermoso pueblo rodeado de naturaleza, conectado con Castelmezzano a través de rutas de senderismo y caminos transitables por vehículos. Los más atrevidos podrán viajar entre Castelmezzano y Pietrapertosa utilizando otro medio de transporte, mucho más cargado de adrenalina. Se trata del «vuelo del ángel», un sistema de descenso mediante poleas que, cuando hace buen tiempo, conecta los dos pueblos a través de un cable de acero.

El pueblo de Accettura se encuentra en el centro del área protegida del parque regional Gallipoli Cognato Pequeños Dolomitas lucanos, en el corazón de la región de Basilicata. Los antiguos palacetes aristocráticos se asoman a las estrechas callejuelas de Accettura, en las que destaca la iglesia parroquial dedicada a San Nicolás.Cada primavera, el pueblo celebra los festejos ancestrales y los cultos arbóreos del mayo de Accettura. Se trata de rituales rurales que celebran la unión vegetal entre una copa de acebo injertada en la corteza de un gran roble: un «matrimonio» que refuerza la estrecha relación entre la comunidad local y la exuberante y fértil naturaleza de Basilicata. Para saber más sobre las prácticas del mayo de Accettura, se recomienda visitar el museo de los cultos arbóreos, a los pies de los picos rocosos de los Pequeños Dolomitas lucanos. En el territorio del municipio de Accettura también se encuentra el Lucania Outdoor Park, un parque de actividades al aire libre creado entre los grandes troncos de un bosque conocido como bosque de Montepiano. El recorrido del Lucania Outdoor Park discurre por pasarelas oscilantes, poleas y lianas, lo que lo convierte en una interesante atracción para las familias.

Puente de la memoria, entre pasado y presente El municipio de Bassano del Grappa es un lugar evocador, donde se respira una atmósfera de tiempos pasados. Situada a orillas del río Brenta, a los pies del Monte Grappa, es la localidad más famosa de la zona de Vicenza, solo superada por la capital provincial. Una visita obligada es el histórico puente cubierto de madera, símbolo de la ciudad. El Ponte Viejo, también conocido como Ponte degli Alpini, se encuentra en el punto donde el río Brenta se estrecha más. En 2019, fue incluido en la lista de Monumentos Nacionales. Durante la Primera Guerra Mundial, las tropas italianas pasaron por el famoso puente para defender los territorios de la meseta de los Sette Comuni. Al final del recorrido, con vistas a la ciudad y a las montañas, se puede visitar el pequeño Museo del Ponte degli Alpini, deseado e inaugurado por la A.N.A. en 1950. Otros puntos de interés son la Piazza Libertà, que alberga la Loggia del Comune, y la Piazza Garibaldi. Es imposible terminar la visita sin mencionar la grappa. Si eres un amante de la bebida espirituosa, reserva una visita con degustación en el Museo Poli Grappa o en la Grapperia Nardini, la más antigua de Italia, donde aún se respira el ambiente de finales del siglo XVIII.

La verde Umbría ofrece una red densa de sugerentes rutas ciclistas para unas vacaciones activas al aire libre, perfectas para expertos o principiantes gracias a los diferentes grados de dificultad de los recorridos. Entre amplios panoramas, pueblos joya y excelencias gastronómicas, 5 rutas imperdibles para capturar todo su encanto.

La región más pequeña de Italia, en la frontera con Francia y Suiza, está salpicada de los picos más altos de los Alpes, como el Cervino, el Monte Rosa, el Gran Paradiso y Su Majestad el Mont Blanc. Destino ideal para los amantes de los deportes de invierno, con los esquís en los pies aquí solo podéis disfrutar, con sus verdes valles y castillos de cuento de hadas, Valle de Aosta es un lugar encantador para vivir todo el año.

Si buscas una experiencia ecológica y una inmersión total en la naturaleza, estás en el lugar adecuado. El 25% del territorio de Campania son zonas protegidas, que se prestan al turismo medioambiental y sostenible. Te proponemos un recorrido por los 4 parques de Campania. Una ruta evocadora que te encantará, regalándote paisajes diferentes y llenos de encanto.

Con sus más de 70 000 hectáreas, el Parque Nacional de los Montes Sibilinos (entre Umbría y Las Marcas) es un auténtico tesoro de la biodiversidad en el que se alternan zonas húmedas y áreas arboladas de gran densidad, hasta llegar a maravillosas mesetas, como la de Castelluccio di Norcia, famosa por sus lentejas. Hay numerosos pueblos a diferentes alturas situados en un paisaje único que cambia con las estaciones: muchos de los picos de esta zona superan los 2000 metros de altitud, como el Monte Sibilla, el Monte Bove y la Cima del Redentore.

El territorio, que en diciembre de 1922 se definió como Parque Nacional del Gran Paradiso, se extiende alrededor del macizo del Gran Paradiso (cuya cima supera los 4000 metros) y en el pasado estuvo densamente poblado. La arquitectura de los pueblos se basa en la típica casa alpina: en la vertiente piamontesa con construcciones totalmente de madera, mientras que en la vertiente del Valle de Aosta se ha combinado la madera con la piedra. El apogeo de esta zona se alcanzó a mediados del siglo XIX, cuando los miembros de la Casa de Saboya venían hasta aquí para llegar a sus puestos de caza. La decisión de prohibir la caza al mismo tiempo que la creación del Parque fue fundamental para salvar al íbice alpino -que es su símbolo- de la extinción. Hoy en día, este paraíso montañoso, dividido en cinco valles en los que se alternan entornos rocosos, prados, bosques y sus bordes, está realmente al alcance de todos: gracias al proyecto "Un Paradiso Accessibile", la oferta turística de toda la zona protegida puede satisfacer las necesidades, los intereses y las expectativas de un mayor número de usuarios.

El Parque Nacional del Stelvio se creó en 1935 y sus 134.620 hectáreas en el corazón de los Alpes Centrales, que incluyen toda la cordillera Ortler-Cevedale, lo convierten en el mayor parque italiano. Abarca las cuatro provincias de Trento, Bolzano, Brescia y Sondrio y ofrece un paisaje único de glaciares, cascadas, lagos y cursos de agua glaciares, extensos bosques, zonas cultivadas, granjas de montaña habitadas todo el año, pueblos alpinos y aldeas singulares.

Solo tendrás que cruzarte con un vendedor ambulante de comida callejera, que no te defraudará, como nos enseñan los propios toscanos, los primeros entusiastas de estos manjares que se venden en cada esquina. Aquí tienes algunos que debes probar sí o sí.

Tras el éxito del año pasado, vuelve Best Wine Stars, el evento de degustación que volverá a ofrecer a la ciudad de Milán emocionantes oportunidades para expertos y entusiastas del sector del vino y de los licores. El majestuoso palacio de hielo, un espléndido edificio Art Nouveau, acogerá durante 3 días consecutivos a las más de 200 bodegas seleccionadas y permitirá que todos los visitantes disfruten de una experiencia exclusiva de las nuevas tendencias del mercado, las estrategias sociales y las tecnologías emergentes. Una ocasión ineludible para descubrir a 360° la cultura del vino y de los licores, gracias a la narración de la historia y la singularidad de cada producto. La novedad absoluta de esta edición será la presencia de una zona biológica, donde podrás degustar manjares biológicos y vinos naturales. Además, las mujeres serán cada vez más protagonistas de estos momentos de análisis detallado, de hecho, Best Wine Stars ha optado por involucrar exclusivamente a mujeres sumilleres como ponentes en las clases magistrales. Como en ediciones anteriores, se entregarán los premios Best Wine Stars, importantes reconocimientos conferidos a las bodegas ganadoras del proyecto..

En junio, los fines de semana de la ciudad se vuelven sabrosos y celebran la "Dolcissima", una cebolla roja con la marca De.Co (denominación de origen municipal), que se produce en Breme desde hace generaciones. Este acontecimiento gastronómico empezó como un pequeño evento local y, con el paso de los años, se ha convertido en un auténtico punto de referencia para gastronautas y chefs de Italia y otros países, en busca de nueva inspiración. Cada año, el festival pretende promover y exaltar un pequeño pero prestigioso producto de la corta cadena de suministro de la zona. Lo hace abrazando la tradición de la cocina del Val Lomellina, con sus generosas recetas. La "dolcissima" es la gran reina de los menús preparados para la ocasión y se combina con callos, guisos típicos, carnes a la brasa y la siempre presente tortilla de patatas, ¡imprescindible en la fiesta!

Algunos productos agrícolas destacan por su sabor, rendimiento y propiedades organolépticas, hasta el punto de convertirse en auténticas excelencias del territorio en el que se producen. En la hermosa región que rodea Trento, así como en el resto de Italia, algunos de estos productos merecen, igual que los monumentos y paisajes, un reconocimiento con menciones especiales, como el sello de Campagna Amica (Campo amigo), una fundación que promueve la excelencia y la biodiversidad en la cadena italiana de suministros agrícolas. Por la oportunidad de redescubrirlos y degustarlos merece la pena que hagamos un viaje a través de sus aromas y sabores, dentro de un marco natural sin igual.

Módena, tierra de motores y sabores, es una ciudad que ofrece numerosas posibilidades de visita. Unas obras arquitectónicas grandiosas convertidas en Patrimonio de la UNESCO, una vibrante vida cultural y una sabrosa tradición culinaria hacen de Módena el lugar ideal para visitar durante todo el año. ¿No tienes ganas de descubrir estas maravillas?

Capital del Renacimiento, ofrece en cada paso la atmósfera mágica de un pasado glorioso, cuidadosamente conservado: la dinastía de Este, a lo largo de tres siglos, transformó un centro rural en una obra maestra. Entre 1400 y 1500, Ferrara acogió a importantes personalidades del ámbito literario y artístico. Esta ciudad habla de su pasado a cada paso, pero también de un presente hospitalario, respetuoso con el medio ambiente y sostenible: aquí reinan las bicicletas y el aire limpio. Situada en la llanura emiliana, Ferrara se encuentra a pocos kilómetros al sur del río Po, pero también a unos 50 kilómetros del mar. Es, por tanto, un destino de visita obligada para los amantes del arte, que podéis disfrutarlo aunque solo sea paseando por las calles del centro de la ciudad, pero también para los amantes de la naturaleza, que resulta extraordinaria en el parque del delta del Po y, por qué no, para los turistas de la costa romañola cuando quieran descansar de las playas.

Ancona está hecha de mar y colinas. Parece que en griego antiguo «ankón» significaba «codo», y aquí el paisaje de la costa es realmente como un codo dibujado por la colina de la Catedral y los parques montañosos del Cardeto y del Passetto. En medio está la ciudad, frente al horizonte marino hacia Dalmacia, barcos y grúas a lo largo de los muelles, grandiosos edificios históricos, misteriosos relieves escultóricos, imponentes signos de la antigua civilización romana y playas en las laderas de los parques. Pasar un día de ocio en la gran ciudad-puerto del Adriático central significa, en definitiva, hacer descubrimientos. Elegir las dos ruedas es lo más aconsejable, pero no a pedales: estamos en una ciudad de desniveles, no todos tenemos en las piernas la fuerza de un campeón del ciclismo. Además, no te faltarán lugares para alquilar scooters. Se puede llegar a Ancona por la autopista, por la larguísima estatal 16 Adriatica o por ferrocarril. Si lo deseas, también hay un aeropuerto. Lo ideal sería llegar de la forma más natural: en barco, porque así se captaría el sabor del lugar de la forma más paisajística y naturalmente lenta. Seguir las maniobras, ver cómo se lanzan las amarras, ponerse en fila para desembarcar y, finalmente, empezar a bajar.

En la campiña toscana, en las afueras de Siena, entre aguas termales y excelencias gastronómicas y vitícolas, 5 rutas ciclistas en una naturaleza que parece pintada. En la Toscana, la espectacular campiña y los territorios en las afueras de Siena ofrecen paseos en bici lentos y en plena naturaleza que perfuman a vino y trufas, presumen de balnearios naturales y pueblos antiquísimos que siguen impregnados de la presencia de los antiguos etruscos. 5 itinerarios imprescindibles para disfrutar de una experiencia sensorial completa. Lugares encantadores que también han visto pasar el Giro de Italia 2023.

Poco frecuentado por el turismo de masa, Molise, entre Abruzos y Apulia, es una región que acoge espléndidos tesoros artísticos, paisajes naturales que cortan la respiración y tradiciones milenarias Poco frecuentado por el turismo de masa, Molise, entre Abruzos y Apulia, es una región que acoge espléndidos tesoros artísticos, paisajes naturales que cortan la respiración y tradiciones milenarias. Elementos característicos de Molise, las cañadas (en italiano “tratturi”) son antiquísimos caminos de hierba a lo largo de los cuales nuestros antepasados, desde la época pre-romana hasta hace un par de siglos, se desplazaban dependiendo de la estación, junto con los rebaños. La trashumancia de animales, uno de los principales recursos de los campesinos del sur, seguía un recorrido riguroso: en otoño desde los frescos pastos de la montaña de los Abruzos hacia los más cálidos del Tavoliere delle Puglie; en verano el recorrido era el contrario.

Allí te encontrarás inmerso en un paisaje hermoso durante todas las estaciones, que te llevará a una experiencia de alto contenido en sabor y salud. La oferta gastronómica no es solo el Km0: en el verdadero agroturismo, de hecho, más del 60% de los productos deben ser de cosecha propia o proceder de explotaciones y empresas agroalimentarias pertenecientes al mismo Sistema de Desarrollo Territorial. Aquí tienes 7 casas rurales verdes en Campania en las que podrás sumergirte en un mundo de manjares tan sencillo como sorprendente.

En caso de duda, te sugerimos una visita, porque la visión del mosaico de pequeños viñedos que cubren las laderas de las colinas y valles de la zona, salpicados por las preciosas vides que se han cultivado durante siglos con esfuerzo y pasión, es una experiencia que seguro te fascinará.

Un agricultor que vuelve del campo, un antiguo romano que se dirige al norte, un campeón inolvidable que aprieta los dientes y agarra el manillar... Y tú, ¿quién sueñas ser? El interior de Las Marcas es el protagonista de la penúltima etapa de la Tirreno-Adriático, la carrera de costa a costa en la que compiten los grandes nombres del ciclismo. La ruta de 215 kilómetros descrita en estas líneas también se presta a los esfuerzos (quizás reducidos) de los aficionados al ciclismo. Esto se debe a la suavidad de sus laderas, inmersas en el bosque o rodeadas de extensiones de girasoles, a su riqueza artística y a su gastronomía porque, ¿quién de vosotros, después de bajar del sillín, puede decir que no a una tabla de embutidos acompañada de un Vernaccia?