Calcata, el pueblo redescubierto por los artistas
Enclavado en los bosques del Parque Natural del Valle de la Treja, entre Roma y Viterbo, el pueblo de Calcata se eleva como una visión sobre un macizo de toba que domina el valle. Nunca ha necesitado murallas porque está como suspendido sobre el acantilado, al que se accede a través de una única puerta arqueada. Abandonado por considerarse que tenía riesgo de derrumbe, Calcata fue repoblada en la segunda mitad del siglo XX por una colonia de artistas a la que debe su vitalidad actual.
Qué ver en Calcata
Una visita a Calcata supone un verdadero salto en el tiempo. Un tiempo indefinido: el tiempo lejano y misterioso del pueblo falisco, una civilización itálica que se remonta a la Edad de Hierro (siglos IX-VIII a.C.), que pobló por primera vez este valle; la época medieval, a la que pertenecen las casas del pueblo, en parte de piedra y en parte excavadas en la toba, y el castillo de Anguillara; o más recientemente, en los años sesenta, cuando Calcata fue primero una atracción para un grupo de hippies romanos que vivieron aquí tranquilamente, a los que siguieron numerosos artesanos y artistas de toda Europa, quienes, buscando un entorno a escala humana, vinieron a vivir aquí y abrieron tiendas y talleres.
Hoy es un pueblo rico en diversidad e iniciativas culturales, como la Grotta dei Germogli, un bar-restaurante-círculo recreativo, realizado con mosaicos de material reciclado.
Fuera del pueblo, en Colle, puedes pasear por la Opera Bosco, un museo-taller al aire libre de arte contemporáneo concebido en 1996 por los artistas Anne Demijttenaere y Costantino Morosin, que también ha contado con la contribución de decenas de otros artistas.
Las obras presentes están hechas exclusivamente con materias primas naturales del bosque, que viven, se transforman y se disuelven en él.
En la actualidad, el museo forma parte del sistema de museos de la región del Lacio.
No pierdas de visita al jardín de la casa del arquitecto Paolo Portoghesi, concebido como un lugar de recuerdo para un historiador de la arquitectura enamorado de la naturaleza y del encanto de este lugar.
En su "jardín de las maravillas", Portoghesi ha dispuesto instalaciones, fuentes, parterres, pilas y cerámicas con frases, poemas y citas. A los seis olivos con troncos centenarios que parecen esculturas, Portoghesi les ha asignado los nombres de seis artistas (Bernini, Miguel Ángel, Borromini, Rodin, Brancusi y Moore).
En su libro Abitare poeticamente la terra. La casa, lo studio e il giardino di Calcata (2022) Portoghesi y su esposa Giovanna cuentan lo que les atrajo de Calcata, primero como retiro de fin de semana y luego como residencia permanente.
El Parque Natural del Valle del Treja
La visita a Calcata continúa en el Valle del Treja, un afluente del río Tíber que, a lo largo de una treintena de kilómetros, atraviesa una zona de naturaleza volcánica en la que el río ha esculpido profundas gargantas que crean el ambiente húmedo ideal para anfibios y reptiles en el denso sotobosque, mientras que en las laderas expuestas al sol domina el maquis mediterráneo. No te pierdas las cascadas de Monte Gelato, con su torre medieval, su antiguo molino de agua y sus piscinas naturales.
Es un oasis en todas las estaciones: hermoso y fresco con el verde de la primavera y el verano, mágico con los colores del otoño. También se ve así el pueblo de Calcata desde el valle: las casas cubiertas de líquenes amarillos y rojizos, que se funden con la roca del espolón sobre el que se levanta el pueblo y se mezclan con los colores del bosque en una visión irreal.