Entre Sperlonga y Gaeta: una escalada con vistas al mar
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Las espectaculares rutas de escalada por acantilados que se hunden en el mar y los majestuosos acantilados hacen de este tramo de costa del bajo Lacio entre las localidades de Sperlonga y Gaeta un destino muy popular entre los escaladores. Solo hay que estar allí para saber por qué. Hay infinitas paredes y, eligiendo la adecuada, uno se puede dedicar a la escalada en cualquier época del año.
Con un paisaje encantador, los nombres de los lugares de escalada evocan la historia y los mitos.
Paredes para las cuatro estaciones
Una de las escaladas más populares entre los aficionados a la escalada es la Pared del Quiromante sobre el monte Vannellamare. De roca calcárea, debe su popularidad a su gran facilidad de acceso a través de los senderos, así como al maravilloso paisaje que se despliega desde lo alto.
Si quieres vivir auténticas emociones, haz una parada en el Spigolo Ferrante (Pico de Ferrante) y mira a tu alrededor: estás en el punto más pintoresco y la puesta de sol reserva más de una sorpresa. El Castillo Invisible en Sperlonga es apto para principiantes, así como para quienes prefieren las rutas fáciles; los recorridos (unos veinte) están a la sombra, por lo que se pueden hacer incluso en verano.
El Moneta, por el contrario, es una subida perfecta para acometer en invierno, dadas sus paredes soleadas y sin viento. Por último, tenemos la Palestra del Pueblo que, por su conformación particular, también es apta para los días de lluvia.
Silvestre y con vistas
En Gaeta, la playa del Arenauta tiene como protagonista un imponente acantilado, ideal para los más temerarios y los amantes de las emociones fuertes. La cueva homónima también ofrece recorridos abruptos, con la añadidura de maravillas geológicas como concreciones, estalactitas y agujeros estratégicos. Las numerosas rutas del Approdo dei Proci (Desembarco de los pretendientes), cuyo nombre alude a la mitología griega, parten directamente de la arena fina y dorada de la misma playa, una visita obligada para darte un chapuzón.
Dado el difícil acceso a la playa del Arenauta, constituido por 300 escalones o un camino sinuoso, es un lugar accesible para solo unos pocos, enclavado entre la naturaleza silvestre y las aguas cristalinas.
La montaña Partida por el mar
También en el área alrededor de Gaeta se encuentra la montaña Partida, una elevación dividida en dos bloques de piedra caliza, como su nombre indica. Entre medias está el mar. Cuenta la leyenda que la montaña se separó en el momento de la crucifixión de Cristo y que el lugar es también destino de peregrinación.
Subida a 120 metros de altura, con vistas al mar. Para llegar a la base se puede elegir la modalidad tradicional de los escaladores, es decir, descender en rappel por la Via dei Camini (Ruta de los Caminos), o subir a bordo de pequeñas embarcaciones, teniendo mucho cuidado con el oleaje. Es una forma fascinante de disfrutar a la vez del mar y la montaña, además de los paisajes y el deporte.
En la mesa, mozzarella de búfala y aceitunas de Gaeta
Entre los acantilados de la región del sur de Pontino, en la llanura de San Agustín, todos conocen este acogedor restaurante que se ha convertido en el histórico lugar de encuentro de los escaladores a lo largo de los años. Se llama Ristoro da Guido y una misma familia lo gestiona desde hace generaciones. Los propietarios ofrecen a los deportistas aparcamiento gratuito, incluso para autocaravanas y caravanas, así como duchas. Los amantes de la escalada se dan cita aquí para descansar y charlar, aunque también para comer las mozzarellas de búfala de Campania, la especialidad por la que es conocido el restaurante. Si tienes mucha hambre, elige el tamaño grande de medio kilo, que viene acompañado de aceitunas de Gaeta. El menú también incluye las tiellas rellenas, tortas saladas de diversos rellenos y el plato estrella de Gaeta. Si pasas por aquí, pide la versión tradicional, con pulpo. Nos lo agradecerás.