Resumen
El vino de Montepulciano, del Renacimiento a nuestros días
La familia Contucci, que ya cultivaba vides en el Renacimiento, es considerada la madre del Vino Nobile di Montepulciano, según un documento de 1773. La construcción de las Bodegas Contucci, que data del siglo XII, es anterior a la del palacio del mismo nombre edificado en el siglo XVI y pintado al fresco por Andrea Pozzo.
La histórica residencia Contucci, al igual que las bodegas, domina la magnífica Piazza Grande de Montepulciano. Es de estilo renacentista y está amueblada con muebles de época restaurados. También es posible alojarse en una de las suites.
La explotación abarca 170 hectáreas, 21 de las cuales son viñedos, en los que únicamente se cultivan vides autóctonas. Se producen Rosso di Montepulciano, Sansovino, Vin Santo y Bianco della Contessa. La recolección sigue haciéndose a mano y el cultivo es respetuoso con el medio ambiente.
Las históricas bodegas se distribuyen en tres plantas y contienen cubas de hormigón y acero, así como barricas de roble para envejecer los vinos. Hay una sala entera dedicada a la degustación y otras a la conservación de las reservas privadas de la familia. La botella más antigua es de 1887. La parte más fascinante es la subterránea, con salas excavadas en la roca y conectadas por túneles.
