Resumen
La cúpula de la iglesia de Santa Caterina se eleva sobre el barrio de Venezia Nuova, lo que la hace reconocible de inmediato en el perfil de la ciudad de Livorno. La iglesia se construyó a lo largo de más de un siglo: las obras comenzaron en la primera mitad del siglo XVIII según el proyecto de Giovanni Del Fantasia y no se terminaron hasta 1869.
La fachada en bruto contrasta con los interiores que se abren en un espacio octogonal armonioso, adornado con mármoles y decoraciones de capillas iluminadas por ventanales.
Entre las principales obras de arte conservadas en la iglesia destaca el retablo de Vasari, que representa la coronación de la Virgen, obra tardía del artista de Arezzo donada a la iglesia en 1818. La cúpula fue pintada con frescos por Cesare Maffei en la segunda mitad del siglo XIX con las figuras de los cuatro evangelistas y escenas de la vida de la Virgen. La obra cubre 1500 metros cuadrados y tardó más de 15 años en completarse.
