Descubriendo Florencia, la ciudad símbolo del Renacimiento

Siempre resulta imposible entender una ciudad sin conocer su pasado, y en este sentido la historia de Florencia es especialmente significativa.

La ciudad nace como una zona fortificada etrusca subordinada a Fiesole. En la Edad Media, se convirtió en un importante centro de comercio y de paso, participó en las famosas guerras entre güelfos y gibelinos, es decir, entre los partidarios del Papa y los del Emperador, para acabar convirtiéndose en la ciudad más importante de la Toscana, con actividades florecientes, desde la manufactura hasta las finanzas. Poco a poco, también se desarrollaron actividades culturales: aquí nació Dante Alighieri y su inmortal Divina Comedia, la mayor obra maestra de la literatura italiana.

A principios del siglo XV, Florencia se convierte en la cuna del Renacimiento y ve la afirmación de la poderosa familia Médicis, que se mantuvo al frente de la ciudad durante 350 años. Lorenzo de Medici, llamado el Magnífico, marca para siempre el curso de la historia del arte con su mecenazgo.

El Resurgimiento en Florencia trajo importantes noticias: la ciudad se convirtió en la capital del Reino de Italia, de 1865 a 1871, y en la sede del primer Parlamento de la nación.

Visita los Uffizi, por supuesto, recientemente restaurados, modernizados, rediseñados y ahora simplemente entre las más ricas e importantes colecciones de pintura del mundo: ¿conoces la Primavera de Botticelli?

A continuación, cruza el Ponte Vecchio para llegar al Palazzo Pitti, comprado en 1550 por Cosme de Médicis: debe su nombre a su primer propietario, el banquero Luca Pitti, y en la actualidad alberga cuatro apreciados museos: el tesoro de los Grandes Duques, la galería Palatina y los apartamentos imperiales y reales, la galería de Arte Moderno y el museo de la Moda y el Traje.

El edificio forma parte del complejo de museos que también incluye los maravillosos jardines de Boboli, por los que se puede pasear libremente.

Por último, admira la plaza del Duomo, donde te quedarás embelesado con la basílica de Santa María del Fiore, con la majestuosa cúpula de Brunelleschi y el campanario de Giotto, obra maestra de la arquitectura gótica con sus 85 metros de altura y 400 escalones.

Y eso no es todo. Florencia cuenta con un increíble museo, la galería de la Academia, que alberga el mayor número de esculturas de Miguel Ángel del mundo, incluido el mundialmente famoso David.

Y hablando de Miguel Ángel, también tienes que visitar la basílica de San Lorenzo, que alberga la sacristía más bella del mundo, con esculturas del mayor escultor de todos los tiempos.

Pero Florencia es también la vivacidad de sus plazas, sus calles, sus mercados, como el mercado central, al que hay que ir a comer al menos una vez en la vida, o el de San Lorenzo.

Desde los paseos por el centro histórico hasta las compras, desde los aperitivos en la plaza Santo Spirito hasta una visita exploratoria al barrio de los artistas San Niccolò: Florencia es un pozo inagotable de actividad, por lo que conviene reservar un tiempo para deambular sin un destino preciso: te quedarás embelesado.

Y si la casa de Galileo Galilei merece una visita, aunque solo sea por su ubicación en la cuesta de San Giorgio, una de las maravillosas carreteras que llevan desde el centro histórico de Florencia hasta las colinas y el campo, el piazzale Michelangelo es el lugar ideal para disfrutar de la ciudad desde lo alto e imprimir recuerdos imborrables en el corazón.

La cocina toscana es muy rica, su tradición es centenaria. ¿Qué comer en Florencia? Tienes mucho donde elegir.

• Se puede encontrar lampredotto en bocadillos por las calles del centro o en los mercados de alimentación: se elabora con uno de los 4 estómagos de la ternera y es una experiencia para paladares entrenados.
• La ribollita es una institución y es una sopa de pan duro y verduras que puede convencer a todos.
• Las habas all'uccelletto son una guarnición con salsa de tomate, ciertamente no demasiado ligera pero igualmente muy sabrosa.
• El filete a la florentina es un corte de solomillo delicioso y, sobre todo, un icono.
• Anímate también a probar la tripa a la florentina, aderezada con verduras.

Además de los itinerarios clásicos, también hay lugares insólitos en Florencia que debes visitar al menos una vez. Uno de ellos es el museo nacional del Bargello, reconocido en 1865 como el primer museo italiano dedicado al arte medieval y renacentista. Su colección de estatuas de la época está considerada entre las más importantes del mundo.

Le sigue la sinagoga de Florencia, inaugurada en 1882. Con su cúpula verde cobrizo, es un punto de referencia del panorama florentino, desde la que se puede disfrutar de una de las más bellas vistas de la ciudad.