Resumen
Hace aproximadamente un siglo, el municipio de Cremona compró a una familia de banqueros cremoneses el palacio Affaitati, reubicando allí la notable colección (pinturas, grabados, dibujos, esmaltes, marfiles, esculturas, numismática, libros y hallazgos científico-naturales) legada a las autoridades a mediados del siglo XIX por Giuseppe Sigismondo Ala Ponzone. De ahí el nombre del museo.
Los responsables no pueden exponer las más de dos mil piezas conservadas (los dibujos y los grabados, en particular, solo se pueden ver previa reserva), pero para convencerte de que lo visites bastan los trabajos de Bonifacio Bembo, Camillo Boccaccino, Bernardino Campi y Francesco Bassano, y sobre todo de Michelangelo Merisi da Caravaggio (un «San Francisco en meditación») y de Giuseppe Arcimboldo («El hortelano»). Todo ello por no mencionar las magníficas obras de Cerano, Nuvolone y Procaccini en la sala que expone lienzos salvados de la demolición de la iglesia de San Domenico, así como la serie de retratos de Giovanni Carnovali, llamado el Piccio.
Una sección está dedicada a la iconografía de la ciudad, mientras que otras salas ofrecen una visión general de los siglos XIX y XX en Cremona y Lombardía. Más reciente ha sido la apertura de las salas dedicadas a la música, con preciosas obras de lutería de los siglos XVII y XIX. Puede parecer solo una lista de nombres, pero es una fiesta para los ojos.