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Espiritualidad
Emilia-Romaña

Emilia-Romaña, la Vía Francígena pasa por la cultura

Una ruta de arte, cultura y belleza en Emilia-Romaña, a través de pueblos y ciudades, catedrales y monumentos: 5 etapas imperdibles de la Vía Francígena.

2 minutos

Entre pueblos históricos y ciudades de arte, maravillas arquitectónicas y monumentos sagrados, la Vía Francígena en Emilia Romaña te acompaña en un viaje de cultura, arte y belleza, impregnado de tradiciones milenarias que siguen muy vivas: 5 lugares imprescindibles para descubrirlas.

Piacenza (Plasencia)

Piacenza (Plasencia)

En pleno valle del Po, a orillas del río, la ciudad atesora testimonios arquitectónicos y artísticos de su prestigioso pasado. Entre ellos, la plaza del Duomo, con la Catedral de Santa María Assunta y Santa Giustina, los soportales y la columna de la Inmaculada en el centro. También merece la pena visitar el complejo del Palacio Farnesio, donde los Museos Cívicos homónimos albergan la célebre Virgen adorando al Niño Jesús con San Juan Bautista niño y el ángel (Tondo de Botticelli), el Museo de Carruajes y el Museo Arqueológico con el Hígado de Plasencia, un modelo de bronce del hígado de una oveja con inscripciones etruscas, relacionado con las prácticas sacerdotales.

La Abadía de Chiaravalle della Colomba

La Abadía de Chiaravalle della Colomba

En Alseno, municipio de la zona de Piacenza, a lo largo de la Vía Emilia, se alza la espléndida Abadía cisterciense de Chiaravalle della Colomba, con su sugestivo claustro. Además de su notable importancia artística y cultural de la época medieval, también se conoce por su tradición milenaria de la Infiorata, un acontecimiento que se celebra cada primer domingo de junio con motivo de la fiesta del Corpus Christi, cuando los monjes, ayudados por los jóvenes del lugar, instalan una maravillosa alfombra de flores de colores en el interior de la abadía.

La Catedral de Fidenza

La Catedral de Fidenza

Antiguamente llamada Borgo San Donnino, está situada a lo largo de la Vía Emilia, a medio camino entre Piacenza y Parma. Su antiguo nombre deriva del santo homónimo al que está dedicada la Catedral de la ciudad, obra maestra indiscutida de la arquitectura románico-padana del maestro Benedetto Antelami, donde destaca especialmente la fachada con sus bajorrelieves y estatuas. El itinerario de la Vía Francígena comienza justo desde la Catedral (Duomo), con varios caminos que desembocan en la ruta de peregrinación.

Berceto y el Paso de la Cisa

Berceto y el Paso de la Cisa

En los Apeninos de Parma, el pueblo medieval de Berceto luce un hermoso centro histórico con casas de piedra, palacios nobiliarios, callejuelas y las ruinas del castillo. No hay que perderse la Catedral románica de San Moderanno, con su precioso portal y el Museo con mobiliario y ornamentos sagrados. Desde aquí se entra en el Paso de la Cisa, en la frontera con la Toscana, donde la estación de correos y la capilla de Nostra Signora della Guardia siguen siendo testigos de la separación entre los dos antiguos territorios nobiliarios.

El puente sobre el río Taro en Fornovo di Taro

El puente sobre el río Taro en Fornovo di Taro

Este puente monumental del siglo XIX fue encargado por María Luisa de Habsburgo-Lorena duquesa de Parma, Plasencia y Guastalla después de que los anteriores fueran destruidos varias veces por las crecidas del río. Cuenta con veinte arcos y cuatro estatuas de mármol que representan los cursos de agua locales. Se encuentra en Fornovo di Taro, el punto de unión entre el Valle del Po y la comarca de Lunigiana, donde también se puede visitar la Iglesia parroquial románica de Santa María Assunta, Villa Carona y el pozo petrolero de Vallezza.

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