Resumen
La basílica gótica de San Francisco –cargada de testimonios murales de la pintura aretina del siglo XIV– conserva una de las mayores obras maestras del Renacimiento: la «Leyenda de la Vera Cruz» de Piero della Francesca. La obra, pintada entre 1453 y 1459 en la capilla Bacci, fue devuelta a su antiguo esplendor en 2000 después de una larga labor de restauración. Representa el culmen irrenunciable para quienes consideran la época renacentista como uno de los máximos hitos históricos de la humanidad.
De especial interés, además de las vidrieras de Guglielmo de Marcillat, son la capilla Tarlati, con una Anunciación, considerada obra de Luca Signorelli, el gran crucificado de madera del altar principal, atribuido al Maestro de San Francesco, y los frescos de Spinello Aretino. El 18 de julio de 2020, con la reapertura al público de la basílica, fue posible admirar los resultados de la restauración del monumento fúnebre de Francesco Roselli, trabajo realizado por Silvia Gualdani en menos de dos meses y financiado por la Fundación CR Firenze gracias al Art Bonus, instrumento que desde 2014 facilita el mecenazgo de los particulares en favor del patrimonio cultural.