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UNESCO
Toscana

Siena y el discreto encanto de su centro histórico

Siena, una ciudad de mil colores, rica en historia y cultura y con un encanto medieval que sigue casi intacto hoy en día.

4 minutos

Siena está enclavada en las colinas de Toscana. Ciudad culta y destino ideal para los amantes de la buena mesa, Siena fascina incluso vista desde lejos.

La UNESCO la describió como "una obra maestra de la dedicación y la inventiva en la que los edificios fueron diseñados para encajar en el diseño general de la estructura urbana", y en 1995 la consideró Patrimonio de la Humanidad por haber conservado hábilmente importantes rasgos de su estructura medieval: un casco antiguo rodeado por las antiguas murallas construidas entre los siglos XIV y XVI y una plaza principal, la plaza del Campo, que sorprende por la cantidad de monumentos y lugares que alberga.

Historia y curiosidades de Siena

Piazza del Campo

La historia de Siena comenzó como colonia militar romana en la época del emperador Augusto, pero no fue hasta el siglo X cuando la ciudad adquirió gran importancia política y económica. Situada en el centro de importantes rutas comerciales, fue durante los turbulentos años de las guerras con la vecina Florencia cuando vivió su mejor época. Grandes artistas como Duccio di Boninsegna, Simone Martini y los hermanos Lorenzetti tuvieron la oportunidad de expresar su arte en la ciudad. En 1240 se fundó la Universidad de Siena, una de las más antiguas del mundo, con las facultades de Medicina y Derecho.

Su máximo esplendor se alcanzó gracias al Gobierno de los Nueve, que llegó al poder en 1287 y se mantuvo hasta 1355. Durante estos años dorados de la ciudad, se iniciaron las obras de construcción de maravillosos monumentos como la catedral, el Palacio Público Siena y la torre del Mangia.

El declive de la República de Siena comenzó con la epidemia de peste que mató a tres quintas partes de la población en 1384. El orgullo de Siena nunca se ha desvanecido e incluso hoy en día la ciudad sigue ligada a la histórica división en distritos dentro de las murallas medievales. Los mismos 17 distritos compiten cada año desde 1644, dos veces al año, el 2 de julio y el 16 de agosto, en el emblemático Palio de Siena, una justa ecuestre de origen medieval que tiene lugar en la Plaza del Campo.

Qué ver en Siena: 10 lugares de visita obligada

Duomo

El centro histórico de Siena, que ha permanecido intacto durante siglos, se muestra hoy casi tal y como era en el siglo XIV. El viaje para descubrir la ciudad comienza en la maravillosa Plaza del Campo, rodeada de impresionantes monumentos que te mantendrán ocupado durante unas horas.

Desde el corazón de la vida social sienesa, tras hacer unas cuantas fotos aprovechando el color rojo que realzan los rayos del sol, comienza subiendo a la torre del Mangia por sus 400 escalones: un mirador imperdible sobre la plaza y los tejados de Siena. Visita también el palacio público Siena, que alberga el Museo Cívico, con obras maestras como la Maestà de Simone Martini y el ciclo de frescos Efectos del buen y mal gobierno de Ambrogio Lorenzetti.

Fonte Gaia es la primera fuente pública de la ciudad y merece una foto de recuerdo antes de avanzar por las estrechas calles de la ciudad hasta el conjunto monumental de la catedral de Siena. Uno de los mejores ejemplos del románico-gótico italiano, la catedral alberga esculturas de Nicola y Giovanni Pisano, Donatello, Miguel Ángel y Bernini. Con un solo billete se puede acceder a la Biblioteca Piccolomini y a la Puerta del Cielo, que ha estado cerrada al público durante siglos. Y, con un poco de suerte, también podrás admirar el suelo de la catedral, que solo se descubre durante unas semanas al año, normalmente entre junio-julio y agosto-octubre.

Tómate tu tiempo para contemplar todos los rincones de la catedral, sin olvidar una visita a la cripta, y continúa hasta el cercano baptisterio de San Juan bajando unos cuantos escalones. Con sus naves de bóveda ojival completamente pintadas al fresco, el baptisterio es uno de los ejemplos más brillantes de la pintura sienesa del siglo XV.

4 ideas sobre qué hacer en Siena

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Premisa necesaria: cada rincón de Siena esconde tesoros y paisajes para fotografiar. Si estás en el centro, detrás de la plaza del Campo se encuentra otro ejemplo del estilo sienés, la Logia de la Mercancía, una obra gótico-renacentista que consiste en una amplia logia abierta con tres altos arcos sobre pilares con ricos capiteles.

Desde este monumento, que atestigua el poder mercantil de la Siena medieval, se puede caminar hasta el santuario de Santa Caterina, que incorpora la antigua casa de la familia Benincasa, lugar de nacimiento de santa Catalina. El santuario de tres plantas está dividido en varios pórticos, logias e iglesias de distintas épocas. Especialmente impresionante es la iglesia del Crucifijo, construida a principios del siglo XVII para albergar el crucifijo del que Catalina recibió los estigmas en 1375.

Los amantes del arte no deben perderse la visita al Museo dell'Opera, uno de los museos privados más antiguos de Italia, situado detrás de la catedral. Fundado en 1869, el museo alberga dos obras maestras de Duccio di Boninsegna: el retablo de la Maestà y la vidriera policromada creada para el ábside de la catedral.

Qué comer en Siena? 6 especialidades para todos los gustos

Cantucci accompagnati da un bicchiere di Vin Santo

Paseando por las rojas calles de Siena, disfrutarás de los atrayentes olores de la cocina sienesa, que hunde sus raíces en el pasado y se basa en productos genuinos como las verduras, las legumbres y la carne.

  • Ponte cómodo y sucumbe a las ricas tablas de embutidos y quesos locales, como el capocollo, la finocchiona y el pecorino de Pienza.

  • Para una comida más abundante, puedes ir a lo seguro con los pici pasta con ragú de jabalí, que se encuentran en todos los restaurantes y mesones de Siena. Los vegetarianos pueden elegir los pici pasta con cacio e pepe o los gnudi, deliciosas bolas de ricotta, espinacas y queso parmesano aderezadas con mantequilla y salvia.

  • La cocina sienesa también es rica en dulces, como el panforte di Siena, que se remonta al siglo XIII y se encuentra en cualquier cafetería y pastelería de la ciudad. Los cavallucci son sabrosas galletas de nueces y fruta confitada, pero si te gustan las almendras, debes probar los ricciarelli, dulces de forma ovalada hechos con pasta de almendras enriquecida con vainilla y fruta confitada.

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