En Sicilia, donde los acantilados se sumergen en el mar

Hay más de 600 rutas enclavadas en San Vito Lo Capo y sus alrededores, en una serie interminable de bastiones rocosos moldeados por estalactitas y cavidades esculpidas por el mar y el viento. El monte Mónaco es la montaña que domina la ciudad por el este, una elevación que sobresale hacia el mar Tirreno donde la roca está moteada de fragantes matorrales mediterráneos.

Elige uno de los muchos itinerarios verticales, sin olvidarte de la sugestiva via Gioco d'Ombre, y detente a observar el vasto panorama mientras contemplas el golfo de Castellammare. Cala Mancina es el acantilado de la bahía de la que toma su nombre. Aquí el espectáculo lo ofrecen los dos colores de la roca, el rojo y el blanco.

La roca roja también caracteriza también el Crown of Aragon, un magnífico acantilado saliente rico en concreciones, que domina el golfo de Cofano. El acantilado de Salinella regala una vista impresionante de un tramo de costa bañado por la arena y la vegetación. Por su posición estratégica es el destino preferido de los escaladores durante el invierno.

El pueblo de San Vito Lo Capo está situado justo en medio de dos reservas: la reserva dello Zingaro y la reserva di Monte Cofano. La reserva natural dello Zingaro es un destino popular para los escaladores gracias a sus espectaculares acantilados, pero el panorama sorprende a cualquier persona. Solo tendrás que caminar por el sendero que une San Vito Lo Capo y Scopello, todo dentro de la reserva y peatonal. Son 7 km con vistas al mar, por un camino fácil y poco empinado. La naturaleza está intacta y hay diversos accesos a pequeñas bahías y calas secretas para darte un chapuzón.

A primera hora de la mañana con las manos en las rocas, las tardes en el agua, entre la reserva natural dello Zingaro y el cómodo litoral de San Vito Lo Capo con su fina arena. Admira los edificios bajos, ahora abandonados, de la Tonnara del Secco, los antiguos almacenes de procesamiento del atún que datan de 1412, a 3 km de la ciudad.

Alrededor del faro que domina la bahía reina un ambiente tranquilo y puedes pasear bajo la torre de 43 metros de altura.

Cala Firriato, dentro de la reserva natural dello Zingaro, es una maravillosa ensenada perfecta para los practicantes, todavía no muy expertos, del DWS, es decir, Deep Water Soloing.
El acantilado es un verdadero gimnasio, no demasiado alto: alcanza los 8 metros. Eres solo tú, con las manos y los pies aferrados a la roca, sin cuerdas ni agarres.
El mar te protege; si pierdes el amarre solo correrás el riesgo de refrescarte con una zambullida en aguas profundas.
Una ascensión en solitario que proporciona un vértigo deportivo y paisajístico. 

San Vito Lo Capo es célebre por los numerosos festivales que acoge, sobre todo para los escaladores y los amantes de los deportes al aire libre en un entorno natural excepcional. En el San Vito Outdoor Fest, un encuentro inicialmente destinado solo a los aficionados a la escalada y que con los años se ha ampliado a la bicicleta de montaña, el kitesurf, el SUP y el Slacke Lin, los deportistas pueden reunirse, socializar y participar en un intenso programa de competiciones. El evento se celebra cada año en octubre y ha alcanzado fama internacional.

El otro festival que ha dado gran fama a San Vito Lo Capo es el Cous Cous Fest, en septiembre: diez días de retos culinarios, degustaciones y encuentros. El punto culminante es el campeonato de Cous Cous, un concurso en el que cocineros italianos y extranjeros compiten entre sí en la cocina, a golpe de creatividad. Tanto si asistes al festival como si no, no puedes marcharte de la isla sin haber probado el cous cous, un plato de clara derivación árabe y especialidad de esta zona occidental de Sicilia, en la zona de Trapani. En San Vito Lo Capo alcanza la cima de la exquisitez en la versión marinera, acompañado por una salsa de pescado local.