De Milazzo a Bagheria: en bicicleta por la costa norte de Sicilia
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Con sus curvas que serpentean entre el maquis mediterráneo y sus subidas y bajadas panorámicas, la carretera que recorre la costa norte de la isla (conocida como «Settentrionale Sicula») es la ruta perfecta para los ciclistas que afrontan esta etapa del Giro de Sicilia. En total suman 199 kilómetros sin grandes dificultades, para deleite de los velocistas que la pedalean de un tirón.
Pero para los simples amantes de la bicicleta, el trazado que nos ocupa en este artículo es una invitación a bajar el ritmo, para disfrutar de una naturaleza exuberante y de importantes huellas históricas. Hay que prestar atención, sin embargo, y no distraerse demasiado con el paisaje: estamos en una carretera estatal (la número 113), así que mira a la carretera y, si vas con otros ciclistas, circulad en fila india.
Milazzo, entre la historia y la ciencia
El itinerario comienza en Milazzo, en el extremo noroeste de la isla, famoso por su puerto desde el que los ferris llevan a los turistas a las Islas Eolias. Sin embargo, esta ciudad es algo más que un punto de partida. El castillo, por ejemplo, es una visita obligada. Se encuentra en el territorio de Capo, el brazo de tierra que se adentra impertinentemente en el mar, casi tocando el archipiélago de las Eolias.
Fue aquí, durante la dominación de Suabia, en el siglo XIII, donde Federico II construyó uno de sus señoríos, posteriormente remodelado por los soberanos aragoneses y los virreyes españoles, que lo ampliaron hasta convertirlo en la mayor ciudadela fortificada de Sicilia.
Dentro de sus poderosos muros, hay una joya que no te puedes perder: hablamos del MuMa, el Museo del Mare, que cuenta con una colección de vídeos, instalaciones multimedia y obras de arte dedicadas a la relación entre el hombre y el medio marítimo.
Tindari, entre la leyenda y los restos antiguos
Después de 30 kilómetros llegarás al único punto difícil de la ruta: la subida a Tindari, fundada en la antigua ciudad griega de Tyndaris, situada a más de 260 metros sobre el nivel del mar. Es una pendiente casi al alcance de todos, con un premio final: además de la maravillosa vista, en la cima del promontorio se encuentra la Basílica Santuario Maria Santissima del Tindari, que alberga una estatua bizantina de la Virgen Negra.
Según la leyenda, formaba parte de la carga de un barco que regresaba de Oriente, que tuvo que refugiarse en la bahía de abajo a causa de una tormenta y solo consiguió volver a partir tras abandonar el cofre que contenía la preciosa escultura. A pocos kilómetros, y siempre en la ruta, hay otra joya: el municipio de Patti, famoso por su producción de cerámica y por la entrada a la zona arqueológica.
Continuando por la Costa Saracena, a través de curvas cerradas suspendidas sobre terrazas panorámicas, después de unos 60 kilómetros se llega a Capo D'Orlando, la antigua Agatirso, uno de los emporios más importantes del Mediterráneo durante muchos siglos.
En Bagheria, en el corazón del barroco
El trazado de esta etapa del Giro de Sicilia continúa a lo largo del norte de Sicilia, para encontrarse con la localidad normanda de Cefalú, en el borde del Parco delle Madonie. Galardonado como uno de los pueblos más bonitos de Italia, tiene un centro histórico dominado por la catedral, una obra maestra de la arquitectura árabe-normanda, nombrada Patrimonio de la Humanidad en 2015 junto con los monumentos árabe-normandos de Palermo y la Catedral de Monreale. Hay algo más que invita a hacer una parada: la playa urbana, estrecha entre las típicas casitas del pueblo y un mar caribeño.
Un chapuzón refrescante es la mejor manera de afrontar, después de unos 30 kilómetros, la pendiente de Termini Imerese y el ligero ascenso (con una pendiente media del 1,5 %) de la parte final del trazado. A tres kilómetros de la meta, el trazado abandona la carretera estatal y entra en Bagheria, una pequeña joya del barroco conocida por sus villas, casi todas del siglo XVIII.
¿Cuáles vas a elegir? El más antiguo es el Palazzo Butera, construido en 1658. Por su parte, la más famosa es Villa Palagonia, también conocida como «Villa de los monstruos», por las numerosas estatuas de criaturas deformes. En 1787 fue visitada por Johann Wolfgang von Goethe, mientras que en 2009 fue el escenario de la película «Baarìa», de Giuseppe Tornatore.
Editado por el equipo editorial de RCS Sport.