Resumen
Fascinante y rica en historia, Castro-reale te recibe en primer lugar con su espléndido panorama, pero esto es sólo el principio... el corazón del pueblo es la Iglesia Matriz, construida en el siglo XVII, que esconde un pequeño secreto: al entrar, te darás cuenta de la línea del reloj de sol que atraviesa el suelo y que no fue destruida ni por las guerras ni por los terremotos y que, diseñada y construida en 1854 por Nicolò Perroni Basquez, sigue siendo perfectamente funcional. Atravesando el pueblo, que asombra con sus elegantes portales rústicos de los siglos XVI y XVII, llegamos a la iglesia de S. Agata, que alberga la cruz del Cristo Lungo del siglo XVII que se pasea en procesión por las estrechas calles del pueblo los días 23 y 25 de agosto y durante la Semana Santa, y luego a la Torre de Federico II de Aragón, único vestigio que se conserva de la antigua ciudad amurallada (o castillo). Por último, una nota dulce: hay que probar "u biscottu castricianu" o "u biscottu da badissa", cuya receta permaneció en secreto durante mucho tiempo.
98053 Castroreale ME, Italia