Noli

Noli es un pueblo marinero, de hecho, una parte importante de su historia, la de una República Marítima protegida por la República de Génova, proviene del mar. Por la playa de pescadores, la riqueza pesquera, los majestuosos acantilados que dominan el mar y las pequeñas calas secretas que ofrecen destellos de rara belleza, esta ciudad siempre ha sintonizado su vida con el ritmo sinuoso y misterioso de las olas. La pesca ha mantenido a lo largo del tiempo el uso de la sciabica, una red de arrastre, y esta tradición se convirtió en un presidio de Slow Food en 2014. Pero Noli también es tierra, y en esta doble y fascinante identidad destacamos los espacios naturales que rodean la ciudad y los hermosos senderos que acompañan al viajero en las colinas que dominan la localidad, donde la mirada se pierde en el mar y el aire se carga con el aroma de los pinares. La tierra y el mar, el olor a sal y a bosque son todos elementos de una riqueza con la que extasiarse.