Resumen
El santuario, que data del siglo XVII, fue erigido a raíz de una aparición mariana y de la conversión de Gabriele Mattei, un joven de Lenola. Tras recoger limosnas por toda Europa, construyó el lugar de culto en torno a una efigie paleocristiana, una de las representaciones de María y el Niño Jesús más antiguas de Europa, que le indicó la propia Virgen y que estaba escondida entre las espinas y zarzas de una colina cercana (de ahí el nombre «del Colle»). También es interesante el llamado «milagro botánico» o «milagro de los cipreses»: árboles que desde hace más de cuatro siglos crecen en el mármol travertino de la fachada sin ninguna explicación científica hasta la fecha.