Historias de los huevos de chocolate y de la paloma, los reyes de la Pascua italiana
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No hay Pascua italiana que se precie sin que haya huevos de chocolate y paloma de Pascua en la mesa, símbolos de renacimiento y de paz. Pero ¿cuál es el origen de estos manjares?
Entre los huevos de chocolate o la paloma de Pascua, no es fácil expresar una preferencia. Lo que es seguro es que ambos se han convertido en representaciones de la Pascua italiana y que son un placer para el paladar. Recorramos, pues, entre curiosidades y leyendas, la historia de esta tradición enogastronómica, fruto de la artesanía y la pasión ancestrales.
Origen e historia de los huevos de chocolate
La idea de asociar el huevo con el símbolo de la vida se remonta a la Antigüedad, a los egipcios y persas, que solían intercambiar huevos al comienzo de la primavera como signo de renacimiento. Esta costumbre continuó en la antigua Grecia y llegó hasta China, estando siempre vinculada al cambio de estaciones.
En la Edad Media, la Iglesia prohibía comer huevos durante la Semana Santa, por lo que los que ponían las gallinas durante los siete días anteriores a la Pascua se conservaban y decoraban, para regalarlos a los niños el domingo de la fiesta. Fue en el siglo XVIII, concretamente en la corte del Rey Sol, donde nació la costumbre del huevo de chocolate, ya que Luis XIV encargó al pastelero de la corte que hiciera huevos con crema de cacao para sorprender a sus invitados.
Para la invención de la sorpresa que llevan dentro, sin embargo, hay que esperar hasta 1828. El mérito hay que concedérselo a un confitero holandés, que creó un molde con el que hacer grandes y finas conchas, huecas por dentro, para poder guardar un objeto en su interior.
Curiosidades y leyendas sobre los huevos de chocolate
Cuenta la leyenda que en 1700 ya estaba de moda en Turín la costumbre de colocar un regalo dentro de huevos de chocolate y que, por tanto, la moda de la sorpresa interior comenzó en Italia.
Una curiosidad para una visita turística "temática": el huevo como símbolo de renacimiento se encuentra en las pinturas funerarias de las tumbas etruscas de Tarquinia y Cerveteri, en el Lacio, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y en el Museo dell'Ovo Pinto (Huevo pintado) de Civitella del Lago, en Umbria, se pueden admirar miles de huevos -de todas las especies animales- pintados o esculpidos.
Orígenes e historia de la paloma de Pascua, el "panettone" de primavera
La historia de la paloma se remonta a los años treinta del siglo XX y lleva la firma de Dino Villani, legendario publicitario de la empresa Motta, creador del logotipo y autor de una formidable intuición, gracias a la cual pudo mantener activa la producción en las fábricas milanesas de la empresa más allá del periodo navideño.
De hecho, utilizando la misma masa que el panettone, elaboró un pastel en forma de paloma que tuvo inmediatamente un gran éxito: el primero en seguir los pasos de la empresa Motta fue Vergani, también de Milán, que difundió el pastel de Pascua, sobre todo después de la Primera Guerra Mundial.
Tradicionalmente, los ingredientes principales de la paloma de Pascua han sido siempre los mismos: huevos, harina manitoba, mantequilla, leche, azúcar, pelarza de limón y naranja, levadura de cerveza fresca y, para complementar, almendras y una pizca de azúcar granulado.
Curiosidades y leyendas sobre la paloma de Pascua
En los cuentos populares, la paloma de Pascua tiene orígenes lombardos. Tras conquistar la ciudad de Pavía en 572, el rey Alboino se vio inundado de regalos de los ciudadanos, que así querían congraciarse con el soberano “haciéndole la pelota", presentándole para que degustara esponjosas tortas de pan con forma de paloma.
Una leyenda que remonta los orígenes de la paloma de Pascua al reino lombardo cuenta que San Columbano, invitado al suntuoso banquete de la reina Teodolinda durante el periodo de penitencia cuaresmal, bendijo la abundante caza servida como plato, transformándola en palomas blancas de dulces de pan.
Diferencias entre los huevos de chocolate y la paloma de Pascua
Los dos Reyes de Pascua, amados por los italianos por igual, tienen algunas diferencias dietéticas, aparte de su aspecto.
Tanto el huevo como la paloma tienen una fuerte connotación religiosa, pero con un simbolismo diferente.
Los huevos, signo de vida y renovación, encierran en su cáscara un ser a punto de nacer y recuerdan por eso para los cristianos la Resurrección de Jesucristo. La paloma, por su parte, es el símbolo universal de la paz y la salvación. La Biblia cuenta que cuando Noé dejó salir por tercera vez a una paloma del arca, ésta regresó con una rama de olivo en el pico, prueba de la reconciliación de la humanidad con Dios y anuncio del fin del diluvio. La connotación salvífica sigue siendo fuerte en Pascua, en relación con el sacrificio de Cristo, que murió en la cruz para salvar a la humanidad.
¿Huevo de chocolate o paloma de Pascua? ¿Cuál elegir entre estos estos dos dulces típicos? Dejaos guiar por vuestros sentidos y haced que os sorprenda el sabor auténtico, inconfundible y totalmente italiano de nuestra tradición en compañía de vuestros seres queridos.