6 localidades de norte a sur donde hacer «forest bathing» y encontrarnos a nosotros mismos
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Caminar y sentir la naturaleza con los pies descalzos o los ojos cerrados. Es el «forest bathing», una verdadera terapia natural que mejora el estado de ánimo, elimina la ansiedad y regenera el alma. La técnica proviene de Japón, donde se llama shinrin-yoku, que significa, al igual que el término inglés, baño en el bosque.
En Italia también es posible practicar el «forest bathing». En este artículo te guiamos para que descubras los bosques más bonitos de norte a sur, lugares donde encontrarte a ti mismo.
El parque del Respiro en el bosque de la Paganella, en el Trentino
El parque del Respiro se encuentra en el bosque de Fai della Paganella, un lugar abierto a cualquiera que desee sentirse parte de la naturaleza virgen. Se encuentra a 30 minutos en coche desde Trento. Aquí puedes experimentar los beneficios del «forest bathing» en medio de un precioso hayedo.
Sigue el sendero Agua y Hayas para adentrarte en un bosque en el que también crecen pinos silvestres, alerces y abetos. Respira a pleno pulmón el aroma de los árboles y disfruta del paseo con el sonido de los arroyos de fondo.
Oasis Zegna: descubre su hayedo
El Oasis Zegna se encuentra en Bielmonte, en el Piamonte, en la Alta Valsessera. La ciudad más cercana es Biella, a 30 minutos en coche. Es el lugar perfecto para practicar el «forest bathing», en medio de un espléndido hayedo atravesado por tres senderos creados ex profeso.
Camina por el bosque o detente a escuchar los sonidos de la naturaleza y respira el aire cargado de aromas. El mejor momento para visitarlo es entre junio y septiembre, cuando las hayas están en época de máxima foliación.
El parque de la Maremma en la Toscana, entre los bosques y el mar
En la Toscana, el parque de la Maremma es el lugar perfecto para el «forest bathing». Se encuentra en la provincia de Grosseto y a dos pasos del mar: aquí te espera la belleza del litoral virgen.
Puedes dedicarte al «forest bathing» por tu cuenta, dando un paseo por el pinar Granducale, o participar en una de las jornadas organizadas por el propio parque y visitarlo con la ayuda de un guía experto. El recorrido tiene 4 kilómetros de longitud, parte de la localidad de Pinottolai y llega al puente de las Tortugas.
La reserva MAB de Molise: un paraíso en los Apeninos
La reserva natural de Collemeluccio-Montedimezzo, en Molise, es un paraíso natural y ha sido declarada reserva de la UNESCO, por lo que está incluida en el programa Man and Biosphere.
Aquí el «forest bathing» se practica en el monte Di Mezzo, en un paisaje de cuento de hadas, entre las aguas del río Trigno y el arroyo Salcito. Se encuentra en el corazón de los Apeninos de Molise, a 40 minutos en coche de Isernia.
Los «wood walks» en el Parque Nacional de los Abruzos
Disfruta de los «wood walks» en el Parque Nacional de los Abruzos, entre hayedos centenarios, como el bosque de Difesa di Pescasseroli, que cuenta con un recorrido circular de 5 kilómetros entre árboles recubiertos de líquenes.
Para dar un paseo más largo, toma el sendero de 16 kilómetros que parte de Forca d'Acero y llega al santuario del monte Tranquillo. También se puede recorrer en invierno con raquetas de nieve, lo que lo convierte en una experiencia realmente sugerente.
Reserva Natural del Bosque de Malabotta, en Sicilia
En el corazón de los montes Nebrodi, a una hora y media de Mesina, se encuentra la reserva natural orientada del bosque de Malabotta, uno de los bosques más antiguos de Sicilia.
Aquí, a lo largo del sendero de los Patriarcas, los árboles centenarios (hayas, robles cabelludos, castaños, encinas y robles) te acogerán bajo sus copas, para disfrutar de una sesión de «forest bathing» única.
El «forest bathing» lo tiene todo para sorprenderte: desconecta del estrés de la vida diaria y disfruta de la alegría de la naturaleza mediante una terapia natural e inolvidable.
