Palabra clave: sostenibilidad. Viajar para descubrir la moda sostenible en Italia
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De las pasarelas a los escaparates de las casas de moda, de los inconfundibles rasgos estilísticos a la excelencia de la artesanía made in Italy. Todo, o una gran parte por lo menos, en Italia tiene que ver con la moda.
Como hoy en día vestirse bien también significa vestirse de forma sostenible, las marcas italianas están preparadas para ello, rompiendo dos de los tópicos más comunes relacionados con la moda verde: comprar ropa con bajo impacto ambiental no significa renunciar al diseño, y tampoco es cierto que renunciar a la moda rápida equivalga a gastos prohibitivos, que solo se pueden permitir unos pocos.
El verde es el nuevo lujo: el Made in Italy sostenible
La historia, la tradición, el cuidado y una amplia difusión, tanto de pequeños talleres como de grandes empresas, son características que hacen de nuestro país un unicum de excelencia y convierten el made in Italy en mucho más que una marca. Hablamos de un sector único, que perdura y transmite competencias de generación en generación y que hoy afronta el nuevo objetivo que debe alcanzar: la sostenibilidad.
Lo consiguen las marcas jóvenes cuya misión se basa en producir en verde, y también las grandes marcas de lujo italianas que se han puesto manos a la obra en los procesos de producción necesarios para seguir haciendo moda minimizando el daño al medio ambiente.
Marcas éticas: lo verde va de la mano con los nuevos proyectos y las marcas históricas
Por un lado, existen proyectos innovadores como el de Rifò, con sede en Prato, que produce prendas de algodón, cachemir y lana regenerados, o Casasola, una marca nacida en Florencia y adoptada por celebridades como Beyoncé y Gwyneth Paltrow, que apuesta por una cadena de suministros transparente y trazable y utiliza materias primas, tejidos e hilos sostenibles y certificados. El moderno ArtKnit Studios también utiliza fibras naturales fáciles de reciclar y biodegradables, o la futurista LATTE The Label, que fabrica ropa interior con fibra de bambú.
Por otro lado, marcas históricas como Brunello Cucinelli, están entre las maisons que más encarnan la elegancia del estilo italiano y que han hecho de la sostenibilidad humana el núcleo de su negocio.
Una categoría aparte son los que han sabido hacer de la sostenibilidad una verdadera apuesta. Hablamos de marcas como Cangiari, la primera marca italiana de alta moda ética hecha en Calabria. Nacida tras una fase de reconversión, produce ropa de mujer hecha en telares manuales con hilos orgánicos y confecciona prendas con una estética muy refinada. ¿Vestidos largos de noche? Son la prenda imprescindible para unas vacaciones en las Islas Eolias, al igual que los cárdigans, iconos imprescindibles cuando se decide pasar un fin de semana en los Dolomitas.
Instagram, un hervidero de descubrimientos verdes
Instagram puede ser una fuente casi inagotable de ideas a la hora de comprar, llevar e incluso confeccionar moda italiana sostenible, como demuestran, entre otras muchas personas, Silvia Stella y Camilla Mendini, las influencers verdes de Italia que hablan de moda. Combinan consejos sobre estilos con conocimientos sobre materiales, que son sencillos pero no simplistas. Prefieren las marcas verdes de nicho a las pasarelas, con principios de producción respetuosos con el medio ambiente y estrictamente Made in Italy.
El trabajo de investigación que realizan es magnífico y casi todos los días descubren marcas, tejidos y estudios que merecen conocerse.
¿La guinda en el pastel? El cuidado estético de sus looks encarna perfectamente el estilo italiano.
Retazos que se convierten en telas, prendas que recuperan su dignidad. El verde es el nuevo negro y la moda italiana es cada vez más ética y sostenible, dándolo todo.
