Parma-Colorno
El itinerario comienza en Parma, un destino ideal para los amantes de la cultura y la gastronomía. El carril bici, desde cerca de la fábrica de Barilla, te lleva, a través del territorio del «parmigiano reggiano», de los «anolini», de la ciruela «zucchella» de Lentigione y del tomate de Sorbolo, hasta Colorno. Habrás recorrido 40 km maravillándote con la belleza del territorio y sus delicias: el carril bici de la Pastasciutta (de Parma a Sorbolo, de unos 18 km), el de la ciruela Zucchella (de Sorbolo a Coenzo, unos 8 km), el del Anolino (de Sorbolo a Mezzani sul Po, de unos 14 km) y el del Tortel Dòls (de unos 11 km hasta Colorno).
Merece la pena visitar el precioso pueblo de Brescello, al que se puede llegar cogiendo un pequeño desvío en la zona de Mezzani.
Colorno te recibe con su bellísimo Palacio Real y, siguiendo con el tema de la buena gastronomía, te permite recobrar fuerzas con sus tortel dòls.
Colorno-Roccabianca
Tómate tu tiempo para visitar el «pequeño Versalles», el espléndido palacio de Colorno y su delicioso parque, antes de reanudar el camino.
En Colorno empieza la Ciclovia della Spalla Cruda de Palasone (unos 14 km) que seguirás hasta Sissa Trecasali para luego continuar por el Ciclabile dei Ciccioli, de unos 5 km, que conduce a Roccabianca. Aquí no puedes dejar de visitar el castillo, construido por orden de Pier Maria Rossi, en honor a su amada Bianca Pellegrini, de quien toma el nombre.
A lo largo de este itinerario por la «bassa parmense», bordeando en algunos tramos el gran río Po, vienen a la mente las historias del «Mundo pequeño» de Giovannino Guareschi y, sobre todo, los acontecimientos, humorísticos pero verosímiles, de Don Camilo y Peppone.
Roccabianca-Busseto
La última etapa del recorrido parte de Roccabianca a través del Ciclabile del Culatello, que en unos 10 km te lleva a Polesine Zibello, el reino del delicioso «culatello». Sin duda, merece la pena parar en el pueblo para saborear este magnífico producto y visitar el museo dedicado a él.
Desde Polesine Zibello, retomarás el camino a lo largo del Ciclabile della Spongata para llegar, pasados unos 6 km, a Busseto, meta del hermoso recorrido y tesoro de la vida del maestro Giuseppe Verdi.
El itinerario llega a su fin. A través de unas pocas etapas, habrás conocido la belleza de este territorio y la singularidad de sus productos. Ahora toca emprender el camino de vuelta, tal vez haciendo el camino en el sentido contrario o cogiendo el tren que comunica Busseto con Parma.
Sea cual sea la elección, vuelves a casa con la certeza de haber vivido momentos inolvidables, a través de los lugares y las tradiciones gastronómicas de un maravilloso rincón de Italia.