Ferriere - Lago Moo - Lago Bino - Prato Grande

Colindando con Piacenza, Parma y Génova, Ferriere es tu punto de partida.
A solo 3 kilómetros, se encuentra Canadello.
Desde aquí, puedes tomar un camino de tierra sencillo, inaccesible con vehículos motorizados, o seguir el camino número 021 del CAI, que acorta el recorrido con varias curvas cerradas.
En poco tiempo llegarás a la mayor cuenca de los Apeninos de Piacenza, a unos 1100 metros de altitud, donde encontrarás el Lago Moo de origen glaciar.
La cuenca está ahora desecada e invadida por la flora palustre. Tiene forma oval y se creó debido a los procesos geológicos producidos por el hielo que descendió del monte Ragola, un pintoresco macizo trapezoidal.
Atraviesa la zona del Lago Moo y sube unos 100 metros por un amplio camino hasta el Lago Bino.
A diferencia de la anterior, esta masa de agua no se ha extinguido, sino que parece una piscina natural, fruto también de los sedimentos de un antiguo glaciar.
Te regalará una espléndida vista del valle y una rica flora de ranúnculos, tritones y nenúfares, símbolos de un paisaje virgen y ancestral.
El itinerario continúa hasta la tercera y última etapa de la primera ruta: Prato Grande. Su nombre está ligado a su conformación: una vasta zona de hierba que en el pasado albergaba cuencas lacustres, desaparecidas por su soterramiento.
En esta zona, rica en setas, encontrarás rebaños pastando y rapaces.
Ferriere - Lago Negro - Ferriere

El segundo itinerario propuesto es una ruta circular que comienza y termina en Ferriere, pasando también por las etapas de Selva, Lago Nero y Buche.
Esta es una ruta un poco más larga que la primera, con un recorrido inicial en coche hasta Selva.
Desde aquí, toma el camino número 007 del CAI. Ignora las señales de Dogana en el cruce y continúa por el hayedo hasta Fontana Gelata. El nombre no es casual: puedes aprovechar para refrescarte y saciar tu sed en la fuente.
Ahora basta con cruzar el arroyo a la izquierda y seguir las señales del sendero número 011 del CAI. Acabas de llegar al Lago Negro.
Enclavado entre hayas y abetos blancos, el lugar ofrece vistas increíbles de los montes circundantes. La cuenca del lago se encuentra en la del glaciar, delimitada por una pequeña colina de morrena.
Para volver a la base, puedes hacer todo el recorrido en sentido inverso, volviendo sobre tus pasos, o tomar el sendero número 001 del CAI hasta Le Buche, y luego el sendero número 005.
Recomendamos esta segunda opción, porque merece la pena asomarse a unas cuantos vistas encantadoras más antes de volver a Ferriere. Puede que tardes un poco más, pero seguro que no te arrepentirás.