Resumen
Sorbara, una pequeña población de la provincia de Módena situada entre el río Panaro y el Secchia, fascina por su paisaje rural salpicado de viñedos centenarios, verdaderas esculturas naturales que ya a simple vista transmiten la gran tradición enológica de este territorio.
En Sorbara, las extensiones de viñedos se funden con bosques de álamos y elegantes villas junto al río, a menudo inmersas en la niebla, dibujando un paisaje tan melancólico como fascinante. Una postal que inmortaliza la vida campesina emiliana y describe la histórica vocación agrícola de esta tierra, que pasó de ser un barrizal a ser una fértil llanura gracias al saneamiento de los monjes benedictinos de Nonantola. Cuna de los más preciados lambruscos, el territorio de Sorbara alberga numerosas villas construidas a partir del siglo XVI. No puedes dejar de visitar la parroquia Matildica del 816 d. C., que fue reconstruida con motivo de la victoria de Matilde de Canossa sobre el ejército de Enrique IV. Es el símbolo arquitectónico de esta localidad y famosa por su campanario que domina el campo circundante y alberga numerosas curiosidades. De hecho, la leyenda cuenta que los ladrillos se hicieron con uvas de lambrusco y que el característico sonido de las campanas se utiliza, de forma supersticiosa, para alejar la lluvia y el granizo del campo.
Un antiguo burgo rural en el centro del Food Valley, un destino ideal para los amantes de la buena mesa y para quienes quieren disfrutar de un descanso relajante en el corazón de la campiña emiliana.
41030 Sorbara MO, Italia
