Resumen
Hace ochenta años, Amerigo Bettini abrió esta «trattoria», que hoy revive gracias al buen hacer de su nieto Alberto. Los espacios interiores y el mobiliario rústico se han mantenido como eran originalmente. La cocina, sin embargo, a lo largo de los años, ha evolucionado para ser más creativa sin perder nunca la simplicidad y la tradición. Los productos del huerto, del gallinero, de los bosques y de los campos son la verdadera alma de los platos, donde la rusticidad y la elegancia constituyen la verdadera esencia y el carácter típico de este restaurante. Algunos platos permanecen en el menú solo unos días, otros solo unos meses, para adaptarse al ritmo de la naturaleza y las estaciones. En otoño, el restaurante ofrece especialidades a base de trufa blanca como «tigelline», «tortellini» o «tagliatelle di frittatina» con trufa. En la carta, encontramos toda la tradición en los clásicos «tortellini» en caldo y «tagliatelle» con ragú y pasta fresca laminada a mano; también hay que probar la lasaña con espárragos verdes de Altedo y queso parmesano de 48 meses, el cochinillo salvaje de Mora en cocción diferenciada con pastel de cebolleta gratinada. Y, sin duda, no puedes perderte los postres como la espuma de «ricotta» con saba y el helado de vinagre balsámico tradicional de Módena.
Via Guglielmo Marconi, 14/16, 40053 Savigno BO, Italia