Resumen

Impresionantes vistas de Nápoles y su golfo

Una joya de la arquitectura barroca y un extraordinario mirador desde el que admirar el golfo de Nápoles, inmerso en la tranquilidad. Estamos en la cartuja de San Martino, que se alza en lo alto de la colina del Vomero desde 1325. El diseño de este majestuoso complejo se encargó al arquitecto y escultor sienés Tino di Camaino, pero del aspecto gótico original solo queda el sótano. A lo largo de los años se han realizado numerosas intervenciones en el edificio, hasta la transformación de la cartuja en una sucursal de los museos nacionales.

La exposición se desarrolla en dos niveles. En el primero, detente a admirar el carro de los Elegidos y el belén Cuciniello, que con sus 800 piezas está considerado el más famoso e importante de todo Nápoles. En la segunda planta se encuentra la galería del siglo XIX, en la que se conservan nada menos que 950 cuadros de artistas de la importancia de Domenico Morelli y Giacinto Gigante.

Los dos claustros de la cartuja también merecen una mención. El claustro del procurador da acceso a las salas del museo y a los jardines. Pero es sobre todo el gran claustro el que asombra a los visitantes, con su imponente balaustrada barroca decorada con una larga serie de calaveras de mármol, emblema de la precariedad de la vida terrenal.