Resumen

Importante lugar de culto en el centro histórico de Nápoles

Con vistas a la calle del mismo nombre, en el centro histórico de Nápoles, la iglesia de San Gregorio Armeno es uno de los lugares de culto más importantes de la ciudad napolitana. En la segunda mitad del siglo XVI se llevaron a cabo importantes reformas en el complejo monástico preexistente, basadas en los planos de Giovanni Francesco Mormando y Giovanni Battista Cavagna. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII cuando el edificio adquirió el aspecto rococó que aún se puede apreciar hoy en día.

El exterior, sencillo y elegante, presenta una fachada dividida en dos registros, que albergan tres arcos y tres ventanales respectivamente. En cambio, el interior estalla en un derroche de fastuosa decoración y obras de arte. El majestuoso artesonado del artista holandés Teodoro d'Errico es sin duda el elemento más llamativo. Además de albergar las reliquias de San Gregorio Armeno, también alberga el cuerpo de San Patricio, protector de la ciudad junto con San Genaro, lo que convierte a la iglesia en un famoso destino de peregrinación.

Desde el edificio se puede acceder al claustro monumental del convento, elegantemente decorado con una fuente de mármol de estilo barroco y estatuas que representan a Cristo y a los samaritanos. Un pequeño rincón en el que encontrar momentos de paz y tranquilidad lejos del bullicio urbano.