Resumen
El pueblo de Trequanda se levanta sobre una colina rodeada de un paisaje de gran belleza, entre el verde intenso de los bosques, el cultivo de olivos y las hileras de viñas. El corazón de la ciudad está encerrado en las antiguas murallas defensivas, casi completamente intactas, y dos de las tres puertas que permitían el acceso a la ciudad, Porta al Sole y Porta al Leccio, permanecen intactas. El centro y símbolo del pasado medieval de Trequanda es el Castillo Cacciaconti, con su torre cilíndrica y su jardín a la italiana, mientras que fuera del centro, una visita obligada es el palomar de finales del siglo XVIII, un edificio muy raro en su género al que se accede atravesando un espléndido bosque de encinas y cipreses. Y, para terminar el viaje al alma de este pueblo, merece la pena visitar las dos aldeas, separadas por muchas colinas pero unidas por la historia y la identidad: Castelmuzio, un pueblo de olivos, y Petroio, una pequeña capital de terracota.
53020 Trequanda SI, Italia
