Resumen
En medio del verde paisaje de Mugello y Val di Sieve, a pocos kilómetros de la bella Florencia, se encuentra un pueblo que ha construido su historia e identidad sobre el frío metal. Se trata de Scarperia y San Piero, un pueblo rodeado de colinas cubiertas de cipreses y bosques que esconden, a la sombra de sus árboles, preciosas setas y trufas. Aquí, en este contexto de naturaleza y belleza, llegamos al pueblo, un centro fortificado cuyo corazón es el Palazzo dei Vicari, una residencia del siglo XIV. Pero la verdadera alma del pueblo está representada por la producción de "hierros afilados: cuchillos, tijeras y hierros de templar", que a lo largo de la historia aseguraron a los artesanos locales notoriedad y fama, desde la Edad Media hasta mediados del siglo XVIII. Desde el simple cuchillo que se utilizaba en las mesas de los más humildes hasta los preciosos modelos que llegaban a manos de la nobleza, desde la herramienta de trabajo hasta la muestra de amor o el arma, el arte de la cuchillería ha dado una identidad al territorio y hoy sigue siendo su legado, un tesoro de tradiciones que hay que conservar y poner en valor.
