Resumen
El espectáculo empieza antes de llegar al pueblo. Las carreteras que conducen a Pomarance rodean montañas, ríos, bosques, pequeñas aldeas medievales, castillos y antiguos restos de asentamientos termales y mineros, y los ojos quedan encantados al posarse en cada elemento de esta belleza. La naturaleza es la protagonista absoluta, con sus raros y delicados ecosistemas protegidos y potenciados por el sistema de Reservas Naturales, y no hay que perderse una visita al Masso delle Fanciulle , así como un baño en el tramo del río Cecina. Y después de seguir estos itinerarios de rara belleza, uno llega a Pomarance y se pierde admirando su iglesia parroquial del siglo XII, la Piazza della Pretura, y los elegantes edificios del siglo XIX de la Via Roncalli. Pero el símbolo del pueblo es el teatro: los teatros De Larderel y Dei Coraggiosi son verdaderas joyas. El teatro es también el protagonista del Palio delle Contrade, en el que los barrios se desafían en una batalla de ¡actuaciones teatrales!
