Resumen
En 1278, Giovanni di Simone empezó a construir el Camposanto Monumental, que albergaba una asombrosa serie de frescos de los siglos XIV y XV («Taddeo Gaddi, «Andrea Bonaiuti, «El maestro del triunfo de la muerte» y «Benozzo Gozzoli). Lamentablemente, durante la Segunda Guerra Mundial, estas preciosas obras sufrieron graves daños. Sin embargo, gracias a los cuidadosos trabajos de restauración, se recuperaron partes de pinturas medievales y de principios del Renacimiento que, tras su reubicación definitiva, volvieron a decorar los majestuosos muros del Camposanto, un lugar de origen, que solo así ha vuelto a expresar su propio carácter, sin parangón para su época e incluso hoy en día. Dentro del Camposanto se conservan 84 sarcófagos antiguos y numerosos monumentos funerarios medievales.