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Enogastronomía
Sicilia

El pistacho de Bronte

Colorido, de excelente calidad y muy valioso, es muy útil para preparar postres, platos salados o incluso para degustar tal cual, solo.

3 minutos

Fresco o seco, el pistacho es uno de los ingredientes más valiosos de la cocina siciliana y también es el símbolo de la ciudad de Bronte, en la provincia de Catania, y de su economía. Tanto es así, que este fruto seco se ha ganado el apelativo de «oro verde».

El pistacho , en dialecto «frastuca», es una planta longeva que vive hasta 300 años. En Bronte y sus alrededores ha encontrado su lugar ideal. Sin embargo, sus orígenes se encuentran más hacia oriente, en la antigua Persia, y desembarcó en Sicilia junto con los árabes. La variedad que nace y crece en Bronte presenta características peculiares y únicas que la distinguen de todas las demás especies, incluso de las que se cultivan en la misma región: la zona del Etna es la única en Italia en la que se produce la «Pistacia vera». Tal vez sea el suelo volcánico lo que lo hace tan especial. De hecho, aquí crece a pesar de un terreno quemado por el sol y el fuego, entre la majestuosidad del Etna y los montes Nebrodi: un hábitat natural favorable para esta planta resinosa, de copa espesa, que no necesita ni mucha agua ni cuidados especiales, capaz de aferrarse a las laderas más empinadas y escarpadas gracias a sus ramas nudosas y a sus profundas raíces. Por eso recibe el nombre de «spaccasassi» (romperrocas). La recolección, que tiene lugar cada dos años (en los años impares, para ser exactos) entre finales de agosto y principios de septiembre, supone un momento mágico en el que se renueva un ritual colectivo que implica a toda la población de Bronte: mujeres, hombres, ancianos y niños; todos suben a desgranar, uno a uno, este preciado fruto, con su piel color marfil que encierra en su interior un mundo de coloridas tonalidades, desde el verde pastel hasta el violáceo.

Dadas sus características singulares, sus propiedades nutritivas y organolépticas, unidas a un sabor y un aroma únicos e inconfundibles, en 2009 el pistacho de Bronte obtuvo de la Unión Europea la marca D.O.P. Delimitada, en primer lugar, la zona de cultivo de las plantas, que debe tener lugar en los municipios de Bronte, Adrano y Biancavilla, y reguladas las técnicas de producción, recolección y etiquetado, se intenta así proteger también a los amantes de un producto que conquista los paladares de cualquiera que llegue a Sicilia para descubrir los sabores y los secretos de una tierra mágica. Si viajas a la parte oriental de la isla, entre el estrecho de Mesina, los ricos escenarios del Etna, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y la provincia de Catania, no podrás irte sin hacer un recorrido por las rutas del oro verde de Bronte que permiten conocer una parte importante de la tradición enogastronómica siciliana. Desde los famosos «cannoli», que pueden rellenarse de crema de pistacho, y que se preparan y comen frescos en bares y pastelerías, hasta el maravilloso helado de pistacho, meloso y refinado, pasando por el granizado, los «torroncini» y el clásico «bucellato», donde se mezcla con almendras, fruta confitada e higos secos, sabores también típicos de la tradición repostera local. También se puede utilizar en forma de grano para decorar dulces. Pero el pistacho de Bronte es un ingrediente utilizado incluso para salsas saladas, como el pesto, o como condimento para dar sabor a embutidos y carnes. Para rendir homenaje a su uso en la cocina, cada año, a finales de septiembre, se celebra en algunas plazas y calles del centro histórico de Bronte la Sagra del Pistacchio (Festival del Pistacho), que atrae y conquista a miles de turistas procedentes de todo el mundo.

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