Vive todo el sabor del otoño en Las Marcas disfrutando de sus viñas

De norte a sur, descendiendo desde Urbino hasta los alrededores de Ascoli Piceno y pasando por la Riviera del Conero, el paisaje de Las Marcas está salpicado de bodegas que cultivan la uva con pasión visceral desde hace generaciones.

Los viticultores te abrirán generosamente sus puertas, compartiendo contigo unas experiencias que combinan el sabor y el paisaje dentro del magnífico escenario multicolor que ofrece el otoño.

En las suaves colinas de la región de Las Marcas verás las filas de las viñas, el mar que te mira desde abajo y los sonidos de una naturaleza mágica para completar tu visita, acompañado suavemente por el tintineo de sus preciadas copas.

Un circuito por las bodegas de Las Marcas sólo se puede iniciar en el extremo norte de la región, cerca de Pesaro y de la costa alta de Focara. Aquí, la bodega ecológica Mancini produce un excelente Pinot Noir. Puedes degustarlo en el corazón del Parque Natural del Monte San Bartolo, aún más fascinante con los colores del follaje otoñal, en un espectacular promontorio en el que se sitúa el viñedo familiar. Desde aquí, detente un poco para admirar el mar Adriático, que se ve desde lo alto. No te pierdas la cena en la vinoteca, donde los vinos de la finca (Focara, Roncaglia, Impero) van marinados con embutidos, quesos y carnes de las fincas vecinas. La brocheta es una delicia, con pan casero. Urbino, uno de los pueblos más hermosos de Italia, está a pocos kilómetros.

La bodega Moroder, en el interior del Parque Natural del Conero, fue fundada en el siglo XIX, a base de amor a la tierra y al vino. Su buque insignia es el Rosso Conero, producido con uvas solo de Montepulciano. La visita a su bodega es una experiencia de gran interés, te encontrarás en un mundo subterráneo fascinante, una cueva y bodega subterránea de barricas.

Tras la cata de vinos, te ofrecerán tostadas con aceite de oliva de producción propia, ensalada y queso. También merece la pena que pruebes la grappa de Rosso Conero. Si quieres quedarte a cenar, haz una reserva en el restaurante contiguo Aión, con vistas panorámicas, donde en otoño la especialidad son las trufas, recogidas directamente en la finca. 

Una experiencia de 360º se puede tener en la Tenuta Grimaldi, en la campiña de Matelica. Ideal para pasar un fin de semana otoñal entre degustaciones y disfrute del paisaje, puedes alojarte en el propio complejo vinícola, inmerso en los viñedos del famoso Verdicchio, típico de esta zona.

Al levantarte, puedes pasear por el parque de 30 hectáreas o recorrer los alrededores, entre el mosaico de empresas que producen excelentes aceites, mermeladas y miel. Por la tarde, visita el viñedo en compañía de un enólogo, que te contará la historia de pasión y tenacidad que conserva cada botella. Por último, puedes asistir a la cata, directamente en la bodega.

En Terre di San Ginesio te esperan colinas onduladas peinadas por filas de viñedos. Son 15 hectáreas de viñas autóctonas, Ribona, Vernaccia Nera y Passerina en particular; y también internacionales, Merlot y Sangiovese, que se pueden degustar en mostrador o sentados a la mesa en una confortable sala rústica. Carnes frías, pizzas y brochetas acompañarán a la copa, y no te olvides de probar el vino cotto (vino caliente): una especialidad que combina perfectamente con quesos curados o galletas y rosquillas.

¿Una idea extra? Celebra aquí tu cumpleaños con un brindis especial. No te vayas antes de visitar la cercana ciudad histórica de Macerata, para finalizar un circuito completo de arte y sabor.

En la zona de alta producción vinícola que rodea el encantador pueblo de Ripatransone, en el sur de Las Marcas, la Tenuta Cocci Grifoni es propiedad de una familia comprometida con la protección del territorio, además de producir excelentes vinos: Pecorino y Montepulciano, provenientes de viñas históricas.

Lo visitarás, acompañado por los propietarios, atravesando un paisaje aún más espectacular por la presencia de barrancos en la finca, hasta llegar a Ripatransone y Ascoli Piceno, la ciudad torreada.

Las catas son temáticas: una dedicada al Rosso Piceno Superiore, la otra al Pecorino. Si no quieres irte ya, puedes alojarte en el hotel Cocci Grifoni, con suites y apartamentos, que dispone de una terraza redonda suspendida sobre la vegetación, donde el vino entra en sinergia directa con el paisaje. El otoño sigue ofreciendo días hermosos: pídeles que te organicen un picnic en las viñas.

Si no te apetece hacer un viaje por tu cuenta, puedes recurrir a Winedering, una asociación especializada en organizar visitas a bodegas y catas. Y si eres un amante de la bicicleta, la FIAB - Federazione Italiana Ambiente e Bicicletta ofrece en determinadas fechas excursiones en bicicleta a bodegas, combinando deporte, degustaciones y exploración del territorio.