Resumen
Un símbolo en la ciudad de Lecco
Con su campanario que se alza entre las montañas y las cristalinas aguas del lago, es el símbolo indiscutible de la ciudad de Lecco. La Basílica de San Nicolás se alza a pocos pasos de la orilla del lago y de la plaza Cermenati, en el extremo norte del centro histórico. Aquí se encontraban las murallas que delimitaban el pueblo ya en el siglo XIII y cuyos antiguos muros son visibles hoy en día, sosteniendo el cementerio de la iglesia.
La basílica ha sido objeto de importantes reformas, pero la fachada neoclásica sigue siendo claramente visible, con su frontón sostenido por seis grandes columnas corintias. En el interior, el edificio está dividido en tres naves con capillas laterales cubiertas por una bóveda de cañón. Aquí se conservan obras de gran valor artístico, como frescos de la escuela de Giotto, una pila bautismal del siglo XVI, una estatua dedicada a la patrona y dos órganos de tubos.
Pero la Basílica es más conocida por su campanario neogótico, de nada menos que 96 metros de altura y, debido a su característica forma, apodado "el lápiz" por los habitantes de la ciudad.
