Resumen

El corazón espiritual de la Ciudad Alta

Corría el año 1133 cuando Bérgamo y su territorio se vieron azotados por la sequía, la peste y el hambre. Para dar las gracias a la Virgen por haber protegido a la ciudad y haberla sacado adelante en este terrible periodo, los bergamascos decidieron construir una iglesia en honor de la Virgen en el corazón de la Ciudad Alta. Así se colocó la primera piedra de lo que hoy es la basílica de Santa María Mayor, que se alza en el emplazamiento del templo de la diosa Clemenza en época romana.

Es imposible permanecer indiferente ante el esplendor de la fachada, de mármol blanco de Candoglia y rosa de Verona. Toda la fachada está adornada con estatuas, columnas, pilares, ventanas y rosetones, lo que convierte a la basílica en uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de Lombardía.

Si buscas la clásica entrada frontal, puede que te confundas. La iglesia no tiene una fachada principal con una entrada tradicional, sino que se caracteriza por cuatro puertas laterales protegidas por pórticos sostenidos por pequeñas columnas. En la base de cada uno de ellos, estatuas de leones rojos y blancos. Observa el espacio entre las dos puertas del norte. En la pared se aprecian las medidas vigentes en Bérgamo en la Edad Media, utilizadas por comerciantes y tejedores para sus negocios: el cavezzo y el braccio, de 2,63 metros y 53,1 centímetros respectivamente.

En el interior, un derroche de tapices, frescos, estucos y otras decoraciones te dejará boquiabierto. Detente también ante la tumba del compositor Gaetano Donizetti para rendir homenaje a uno de los bergamascos más famosos de todos los tiempos.