Polcenigo

Al igual que en la cercana Sacile, el pueblo ha vivido desde tiempos inmemoriales del agua y la naturaleza en el primer tramo de Livenza. El río nace cerca de la localidad, de los manantiales en el biotopo del Palù di Livenza y de los del Gorgazzo, y atraviesa Polcenigo, contribuyendo a que una visita turística sea especialmente agradable y tranquila. El entorno fluvial explica los orígenes de la Fiera dei Thèst (es decir, «de las cestas»), que desde hace más de tres siglos se celebra cada año a principios de septiembre. A medida que se acercaba la vendimia, los agricultores necesitaban nuevas cestas, que se fabricaban entrelazando los juncos que crecían junto a las aguas. Originalmente, el encuentro se celebraba en los propios manantiales del Livenza, junto al santuario de la Santísima Trinidad, pero desde hace algún tiempo se ha trasladado al centro histórico, y a los juncos se han unido otros materiales típicos de la artesanía local.

En la colina sobre el pueblo se encuentra un castillo con una historia turbulenta, que ahora parece más bien un palacio del siglo XVIII: aún no se ha restaurado por completo, pero se encuentra en una excelente posición panorámica para pasear. A medio camino hacia el castillo se encuentra la parroquia de S. Santiago Apóstol, con un portal del siglo XVI, frescos del siglo XIV y muebles de madera del siglo XVIII. En el pueblo situado más abajo se pueden ver otras iglesias, como la de Santa Maria della Salute, y casas nobles del siglo XVI, entre ellas el elegante Palazzo Fullini Zaia, en la céntrica Piazza Plebiscito.

No muy lejos de estaúltima, el minúsculo Museo dell'Arte cucinaria in Alto Livenza recuerda con utensilios de cocina, fotografías, cartas y recetas la emigración que desde la zona de Polcenigo, Budoia, Caneva y Fontanafredda ha llevado y sigue llevando a cientos de cocineros a hacerse valer en varias partes de Italia y del mundo.