El Santuario del Monte Grisa en Trieste, símbolo de paz y amistad entre Occidente y Oriente

Apodado "el quesito" por los lugareños por su forma triangular, nació de una historia de fe y esperanza.
En 1945, el arzobispo Antonio Santin hizo un voto a la Virgen para salvar a Trieste de la destrucción de la guerra. Una vez finalizado el conflicto, en 1948 Monseñor Strazzacappa propuso la construcción de un templo de interés nacional dedicado a la Virgen María, con la colaboración de todas las diócesis del país. Su idea, publicada en la revista Settimana del Clero, recibió mucha atención, generando que la iniciativa comience a tomar forma, y en 1959 el Papa Juan XXIII decidió que el templo estaría dedicado a María Madre y Reina.

El 19 de septiembre de 1959 se colocó la primera piedra del templo, el punto culminante de la llamada "peregrinación de las maravillas". La peregrinación fue deseada por la Conferencia Episcopal Italiana y celebrada en Roma en 1958 buscando reavivar la devoción a la Virgen en toda Italia.
El viaje de los peregrinos, empezado en Sicilia en 1959,  hizo que la estatua de Nuestra Señora de Fátima pasara por todas las capitales de provincia del país, hasta llegar a Trieste, el último bastión antes de la Europa comunista.
El Templo es también un símbolo de unión y paz entre Oriente y Occidente. 

El Santuario del Monte Grisa en Trieste fue diseñado por el ingeniero Antonio Guacci de la Universidad de la ciudad a partir de un boceto de Monseñor Santin.

Ejemplo de arquitectura brutalista, típica de los años 50  y de hormigón armado, hace referencia a un triángulo isósceles, recurrente en la simbología religiosa.

En el lenguaje de la Biblia, el triángulo evoca la trascendencia de Dios, pero en la forma del Templo es fácil discernir la letra "M" como símbolo de María.
En el interior del edificio hay dos iglesias, una baja, que simboliza la humanidad y otra alta, que insinúa lo divino. El altar mayor, dedicado al Soldado Desconocido, recuerda el drama de la guerra. En la entrada un importante mensaje encierra el significado de la existencia de este lugar: "La unidad en la pluralidad se consigue cuando miramos hacia arriba, donde vemos más lo que une que lo que divide".
El edificio fue consagrado el 22 de mayo de 1966, cuando comenzaron las peregrinaciones desde Italia y el extranjero. 

Tras una serie de trabajos de mantenimiento, principalmente por el derrumbe del techo, en 2007 se reconstruyó el sistema acústicodel Templo Nacional a María Madre y Reina del Monte Grisa y se instaló un órgano.

Desde 2011 , hay un coro gregorianoen el santuario , que canta durante las celebraciones religiosas. Las visitas diarias son posibles de 7.30 a 20.
Llegar es muy fácil: los que llegan en coche pueden aparcar cerca del santuario. También hay un restaurante/bar y una librería en la zona.