Emilia-Romagna: el Camino de San Francisco
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El Camino de San Francisco de Rímini al Alverna es un itinerario de unos 115 kilómetros que invita a los peregrinos a descubrir los lugares sagrados y los encantadores paisajes de Emilia-Romaña y la Toscana. Este viaje espiritual se divide en cinco etapas, cada una de las cuales ofrece una experiencia única de reflexión y contemplación, siguiendo las huellas del Santo de Asís.
La primera etapa comienza en la histórica ciudad de Rímini y conduce hasta Villa Verucchio. Este tramo inicial permite dejar atrás el bullicio de la ciudad y sumergirse en el apacible paisaje del Valmarecchia, una zona rica en belleza natural y testimonios del pasado. Villa Verucchio, conocida por su antiguo monasterio franciscano y el famoso ciprés que se dice que plantó el propio San Francisco, es un destino perfecto para iniciar este viaje de introspección.
La segunda etapa lleva a los peregrinos de Villa Verucchio a San Leo, a través de paisajes montañosos que ofrecen vistas panorámicas inolvidables.
San Leo, con su majestuosa fortaleza dominando el valle, es un lugar que rezuma historia y espiritualidad; sobre la trayectoria vital de San Francisco, que aquí obtuvo de Orlando Cattani el monte de La Verna, donde recibió sus estigmas y hoy se alza el famoso santuario. Este pueblo medieval no solo ofrece la oportunidad de visitar uno de los emplazamientos defensivos más importantes de Italia, sino también de reflexionar sobre la trayectoria vital de San Francisco, que encontró aquí refugio durante sus viajes.
La marcha continúa con la tercera etapa, de San Leo a Sant'Agata Feltria; un lugar de gran belleza, donde se originó la presencia franciscana desde los tiempos de Francisco y Clara. Este tramo atraviesa suaves colinas y silenciosos bosques, conduciendo a los peregrinos a uno de los pueblos más fascinantes del interior de la Romaña. Sant'Agata Feltria es un lugar de gran belleza, famoso por la Rocca Fregoso y el teatro Angelo Mariani, pero también es un lugar de paz, donde es fácil sentirse en armonía con la naturaleza que lo rodea.
La cuarta etapa desde Sant'Agata Feltria hasta Le Balze es quizás la más evocadora desde el punto de vista paisajístico. Le Balze, un pequeño pueblo de montaña situado a los pies del Monte Fumaiolo, representa un paso clave en la ruta, donde el aire fresco y las impresionantes vistas preparan a los peregrinos para su llegada al Santuario del Alverna. Este tramo se caracteriza por su naturaleza virgen y ofrece una experiencia de senderismo en armonía con el entorno y la espiritualidad de la ruta.
La última etapa conduce de Le Balze a Chiusi della Verna, culminando en el Santuario del Alverna, lugar donde San Francisco recibió los estigmas. Este tramo final es una peregrinación verdaderamente íntima, que atraviesa densos bosques y paisajes montañosos, acercando a los peregrinos al lugar sagrado por excelencia de la ruta.
Los enlaces de la ruta y la variante invernal
Además del recorrido principal, el Camino de San Francisco ofrece dos rutas franciscanas: el enlace de San Marino, que permite visitar la República más antigua del mundo, con su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el enlace de Santarcangelo, que atraviesa paisajes naturales e históricos del Valmarecchia y ofrece vistas impresionantes y hospitalidad franciscana. Durante la temporada de invierno, también hay una variante invernal, conocida como Variante Balze, que permite evitar los tramos más difíciles o nevados de la ruta principal, garantizando la seguridad y accesibilidad de los peregrinos.