Resumen

Si estás en los alrededores de Bolonia, no puedes dejar de visitar este lugar único que te dejará con la boca abierta.

Definir Giocars como un simple museo es quedarse corto. Giocars es un mundo paralelo en el que podrás admirar cómo los progresos del ser humano en el estudio del movimiento, desde el motor hasta la robótica, han repercutido también en el ámbito, aunque parezca menor, del juego.

Un autor de principios del siglo XX dijo que «la civilización humana surge y se desarrolla en el juego, como un juego», y tenía mucha razón: es en el espíritu del juego donde los niños, y también los adultos, aprenden las reglas de la vida y elaboran soluciones y nuevas ideas.

Este es el espíritu que ha impulsado a Adriano Guidi a buscar sin cesar objetos ya olvidados, pero que hoy forman parte de la gran colección del museo de Sala Bolognese.

El denominador común de los maravillosos objetos recogidos es el hecho de partir, de transportar. Estas necesidades fundamentales del ser humano, expresadas con todos los medios mecánicos posibles, se convierten, en una invasión natural, también en juegos de niños.

Carruseles, palanquines, carrozas, automóviles, triciclos... una serie de espléndidos objetos, todos ellos en perfecto estado de funcionamiento. Las variadas formas, sencillas y complejas a la vez, y los colores brillantes nos introducen en el mágico mundo de sus constructores y nos hacen soñar pensando en las personas y los niños que utilizaron y disfrutaron de esos objetos.