Domus de Janas, testigos silenciosos de una cultura antigua
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Cerdeña es un tesoro cultural aún por descubrir. Una tierra de pueblos valientes y tradiciones ancestrales que se remontan a un pasado arcaico aún envuelto en misterio. Aquí, mientras la cultura nurágica aún estaba en pañales, una antigua civilización legó estas magníficas estructuras funerarias a la posteridad. ¿O son realmente las antiguas moradas de las hadas? ¡Quién sabe!
Esto también es Cerdeña.
¿Qué son las Domus de Janas y dónde se encuentran?
Se llaman Domus de Janas, conocidas como “casas de las hadas”, y hay más de 2.000 repartidas por toda Sardegna. Se trata de tumbas hipogeas excavadas en la roca que datan de un periodo comprendido entre el Neolítico Medio y la Edad del Bronce, es decir, entre el V y el III milenio a.C., cuando la civilización nurágica comenzaba a surgir. Por lo tanto, son mucho más antiguas que los nuraghes.
Origen e historia de las Domus de Janas
Este sitio cultural, representativo de la prehistoria de Sardegna, se considera un bien serial precisamente porque incluye múltiples elementos. Está compuesto por sepulturas y necrópolis subterráneas que, muy probablemente, fueron reutilizadas posteriormente para construir otras tumbas o estructuras. Fueron realizadas por las poblaciones prenurágicas, que decidieron darles forma de grutas artificiales, utilizando herramientas de piedra y ubicándolas en las laderas de montañas o dentro de verdaderas necrópolis. Al entrar, se puede encontrar un único espacio o varias cámaras consecutivas, con dibujos en las paredes que narran anécdotas sobre la civilización prenurágica.
Por qué las Domus de Janas se convirtieron en sitio UNESCO
Las Domus de Janas fueron elegidas como el 61º sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO porque representan la manifestación más amplia y rica de arquitectura funeraria hipogea del Mediterráneo occidental. A través de estas sepulturas, se puede comprender mejor las prácticas funerarias y las creencias espirituales de las comunidades prehistóricas de Sardegna. Las decoraciones, los símbolos y los motivos figurativos relatan la evolución de la relación entre los vivos y los muertos en el seno de una sociedad cada vez más compleja. Precisamente por haber sido reutilizadas en siglos posteriores, lo poco que queda hoy constituye un testimonio valiosísimo de la vida anterior a los nuraghes.
Las leyendas populares también cuentan que las Domus eran en realidad refugio de figuras legendarias de la mitología sarda, a menudo descritas como mujeres pequeñas y mágicas. De ahí el nombre sardo “janas”, que significa “hada”.