Resumen
Mágico, misterioso, oculto. Estos adjetivos son casi obligatorios para describir un lugar que parece remitir a una dimensión espaciotemporal diferente, aislado en las entrañas de una montaña.
El asentamiento nurágico de Tiscali, enclavado en los pliegues de una enorme dolina formada por el colapso de la parte superior de la montaña homónima, entre los municipios de Oliena y Dorgali, en la zona de Nuoro, es un tesoro único por su arquitectura y topografía. Un verdadero mundo alternativo, fresco en verano y cálido en invierno, protegido del sol, el viento y la lluvia. Etapa obligada para los amantes de la arqueología y la naturaleza.
Podrás llegar hasta él recorriendo los antiguos senderos utilizados por los carboneros del lugar, caminos acondicionados que se ramifican por las laderas opuestas. Sin embargo, ten cuidado de no improvisar, el senderismo en esta zona es exigente y, por lo tanto, es mejor confiar en guías expertos para disfrutar de una experiencia inolvidable y con total seguridad.
Una vez en la cima, tendrás la oportunidad de recorrer desde el interior el borde de la dolina, ahora colonizada por encinas y enebros, hasta llegar a las espectaculares ruinas del asentamiento: restos de cabañas, viviendas, pozos y sepulcros. Un salto atrás en el tiempo de más de treinta y cinco siglos.