Marsciano

Ubicado en un territorio habitado desde la Antigüedad, Marsciano es un pueblo de la provincia de Perugia, tradicional encrucijada entre las ciudades de Todi, Orvieto y la propia Perugia. Los restos etruscos, romanos y longobardos cuentan la larga historia de esta localidad.

En el siglo XII pasó a ser feudo de los condes Bulgarelli, familia de origen longobardo, para pasar luego a estar bajo el dominio de Perugia y, en 1540, de los Estados Pontificios hasta la Unificación de Italia.

Visitar el centro histórico, completamente restaurado, ¡es una experiencia única!

Entre las pintorescas callejuelas y las pequeñas plazas se alza la iglesia parroquial de San Giovanni Battista, patrón de la ciudad, que alberga en su interior, entre numerosas obras de arte, una pintura de la escuela de Perugino.

El decimonónico ayuntamiento y el Teatro della Concordia invitan a descubrir una arquitectura civil rica y variada: los edificios de estilo modernista y el espléndido palacio Battaglia, embellecido por las decoraciones del pintor futurista Gerardo Dottori, hacen de telón de fondo a las viejas murallas y a las antiguas torres de la primitiva fortificación del pueblo.

Marsciano es el mayor centro de producción de ladrillos de Umbría. A lo largo de sus calles puedes visitar el Museo Dinamico del Laterizio e delle Terrecotte (Museo Dinámico del Ladrillo y las Terracotas), un museo diseminado en diversas sedes del municipio.

A las afueras del pueblo se encuentra la abadía de San Sigismondo, fundada alrededor del año 1000 por el camaldulense san Romualdo y propiedad de la Soberana Orden Militar de los Caballeros de Malta.

Las numerosas poblaciones que conforman el municipio de Marsciano atestiguan su importancia. A pocos kilómetros, la aldea de Papiano es una pequeña joya de la arquitectura medieval, con antiguas murallas, torres, callejones, pasadizos subterráneos, arcos y frescos, todos ellos bien conservados.