Perugia

Perugia es pura magia y en 48 horas podrás visitar lo mejor que ofrece la ciudad: historia, cultura, belleza natural y buena comida. Excelente opción para un fin de semana romántico, con amigos o en familia.

Municipio libre desde 1228, fue aliada de Siena para luchar contra el papado y tuvo conflictos constantes con Perugia. Hoy es un placer perderse por sus callejones, que se abren a vistas grandiosas de los montes del centro de Italia: del Amiata al Cetona, de los Sibillini al Subasio.

Sede universitaria de renombre internacional desde hace más de 700 años, su Ateneo, su Academia de Bellas Artes y su Conservatorio de Música acogen cada año a estudiantes de todo el mundo. Pero la capital de Umbria, encaramada en las colinas de Italia central, con sus ritmos a escala humana, guarda otro tesoro aún más secreto: es la ciudad de los panoramas, un asombroso trampolín hacia la naturaleza, un observatorio lleno de miradores desde los que puedes disfrutar de vistas atemporales.

Visitar Gubbio en Navidad significa sumergirse en un ambiente único, con el árbol de Navidad más grande del mundo que domina el centro histórico, los mercadillos navideños, una gran noria y un belén de tamaño natural que recorre las calles del barrio de San Martino. Esto es lo que tienes que ver en Gubbio durante la Navidad.

Construida sobre un promontorio de caliza, Castiglione era originalmente una isla del lago, posteriormente engullida por la tierra firme. Actualmente conserva un hermoso centro histórico, la primera parada en cualquier visita al Trasimeno.

Rica de historia y monumentos que desde siempre ha fascinado a ilustres viajantes y escritores, como Gabriele D’Anunzio o Herman Hesse para el cual “Produce un efecto absolutamente sorprendente y tiene algo de inverosímil y perturbador””.

El amplio espacio abierto de la plaza IV Novembre está presidido por los dos principales hitos de la sociedad medieval de Perusa: la catedral de San Lorenzo y el palacio de los Priores, sede del gobierno municipal desde 1293 y de la Galería Nacional de Umbría. De fundación románica, modificada posteriormente al estilo gótico y remodelada varias veces a lo largo de los siglos, la iglesia más importante de Perugia nunca se terminó, como puede comprobarse fácilmente observando su fachada desnuda y austera. Símbolo de esta inacababilidad es, por ejemplo, el flanco izquierdo de la catedral, que dialoga con las formas, en cambio perfectamente acabadas, de la fuente mayor de la plaza IV Novembre: un ancho muro revestido de mármol rojo y blanco se interrumpe a media altura, bajo la atenta mirada de la estatua del papa Julio III. En el interior de la iglesia se guarda una reliquia legendaria, la del anillo recibido por María con ocasión de su matrimonio con José; en cambio, hay que dirigirse al claustro de la catedral para acceder al Museo Capitular y contemplar una admirable colección de pinturas, joyas y códices antiguos.

El estadio de Santa Giuliana, también conocido como arena de Santa Giuliana, es una instalación deportiva polivalente de Perugia. Santa Giuliana toma su nombre del cercano complejo religioso del mismo nombre, que data de 1253 y fue restaurado en el siglo XVI, formado por la iglesia y el antiguo monasterio femenino cisterciense (que ahora alberga la escuela de idiomas del ejército italiano). La instalación está situada no lejos del centro histórico de Perugia y tiene un trazado ovalado, con una superficie de césped rodeada por una pista de atletismo de 6 calles. Desde sus primeros años, Santa Giuliana ha tenido una vocación polivalente, prestándose a ser utilizado para el atletismo, el rugby y el fútbol americano. Sin embargo, en su historia el estadio sigue siendo puramente futbolístico: el Santa Giuliana albergó los partidos en casa del Perugia durante casi cuarenta años y fue en este campo donde los grifoni consiguieron su primer ascenso a la Serie A, al término del victorioso campeonato de la Serie B de 1974-1975.

Los historiadores del arte están de acuerdo: la fuente del siglo XIII que se alza en el centro de la plaza IV Novembre de Perusa es una de las más importantes y mejor conservadas de toda Italia. Los perugios supieron transformar una necesidad práctica, la de llevar agua a la ciudad, en una oportunidad para demostrar con imágenes el creciente poder de su municipio medieval. Entre las dos pilas concéntricas de mármol, coronadas por un gran cuenco de bronce del que salen chorros de agua en vertical, se crea un equilibrio visual difícil de reproducir. A continuación, decenas de pequeñas estatuas y relieves decoran las esquinas y los lados de la fuente, relatando con minucioso detalle las actividades agrícolas de la época, así como historias legendarias relacionadas con la fundación de la ciudad.

El comercio de la sal, un producto caro y preciado hasta la era industrial, está en el centro de los acontecimientos que condujeron a la construcción de la Rocca Paolina, una ciclópea fortaleza defensiva en el extremo sur del centro histórico de Perugia. En 1540, en un intento de enriquecer las arcas de la Iglesia para financiar las guerras religiosas en Tierra Santa, el entonces Papa Pablo III trató de imponer al gobierno de Perusa un pago por la compra de sal muy superior al acordado hasta entonces. Irritados por esta desorbitada exigencia, los perugios, que no tenían forma de procurarse su propia sal, se rebelaron contra la decisión papal e iniciaron una serie de violentos enfrentamientos contra una fuerza militar, la de Pablo III, mucho mayor y mejor organizada que la suya. Como estaba previsto, el ejército papal ocupó Perusa al cabo de unos meses y el Papa decidió afirmar su nuevo papel de dominio sobre la ciudad construyendo la Rocca Paolina, que permaneció inutilizada en los siglos siguientes: De hecho, Perugia nunca fue atacada, permaneciendo permanentemente bajo control vaticano hasta 1860. Tras un cuidadoso trabajo de restauración y recuperación, la Rocca Paolina recibe ahora a los visitantes a lo largo de un fascinante paseo, que recorre el subsuelo de la capital umbriana con escaleras mecánicas y túneles subterráneos. Uno se encuentra en el corazón de la "ciudad enterrada", y por la subterránea Via Bagliona pasea entre calles y plazuelas, patios y fondachi, asomado a las ventanas de antiguas viviendas o panaderías y talleres. Pero a lo largo del recorrido, en lo alto de las escaleras mecánicas y en medio del "pasado", en el Salone delle Acque, no pasa desapercibida Il Grande Nero creada por Burri en 1980, una imponente escultura cinética de 7,5 metros de altura en forma de prisma irregular: en su parte superior se puede ver una especie de luneta que, gracias a un mecanismo interno, se mueve de forma lenta, silenciosa y constante.

La Città della Domenica, el parque de animales y fábulas La Città della Domenica de Perugia es el primer parque de atracciones familiar creado en Italia en los años 50. En sus 60 años de actividad, ha entretenido a generaciones enteras. Sigue pareciendo un parque "a la antigua", y ese es su encanto: pensado para los niños, incluso los más pequeños, que pueden ver aquí animales en la naturaleza y redescubrir los escenarios imaginativos de sus cuentos de hadas favoritos. Un lugar para pasar no solo un domingo, sino un día especial en familia. Un parque de atracciones y de descubrimiento de la naturaleza El parque Città della Domenica se encuentra a 6 kilómetros del centro de Perugia y abarca 45 hectáreas de encinas, plátanos y robles. Fue creada a finales de los años 50 por Mario Spagnoli, empresario perugino e hijo de la diseñadora de moda Luisa Spagnoli. El lugar donde se levanta la estructura, que se llamaba Monte Pulito, porque estaba desprovisto de vegetación, es ahora una zona de exuberante vegetación donde viven muchos animales, algunos en estado salvaje, y que puede visitarse a pie o a bordo de un pequeño tren. Al principio solo había un tiro al plato, pero luego se convirtió en un parque de atracciones para niños y desde los años 80 también lleva a cabo una acción de conservación del medio ambiente y educación naturalista. Un día de cuento Un día en la Città della Domenica permite sumergirse en el imaginario de los cuentos de hadas más queridos por los niños: está el pueblo de Pinocho, la casa de Caperucita Roja, la torre del Mago Merlín, el bosque de las hadas, el castillo de la Bella Durmiente y, por supuesto, la casita de Blancanieves. No faltan atracciones más dinámicas, como la pista de mini-karts, el Fuerte Apache, un poblado indio en el que se puede conocer al Oso Rojo, mini-motores, una escuela de equitación, un laberinto, un caballo de Troya en el que se puede entrar en masa, o el misil en cuya cima se puede contemplar una magnífica panorámica de la ciudad de Perugia y de la campiña de Umbría. Diariamente se ofrecen numerosas actividades de entretenimiento para niños y padres: desde búsquedas del tesoro hasta un juego de aventuras para salvar a los habitantes del parque. Emocionante espectáculo de halconeros, para ver de cerca hermosas aves rapaces entrenadas como búhos, lechuzas, buitres y águilas. Entre las últimas atracciones introducidas en la Città, está el Bosque Parlante, un sendero de 300 metros de largo que enseña a los niños a escuchar la naturaleza. Concebido por el artista búlgaro Kiril Cholakov, permite a los niños ser protagonistas de una historia en la que tienen que superar pruebas para convertirse en mensajeros de los árboles. Una experiencia emocionante y educativa que enseña el valor del bosque como sistema de seres vivos interconectados. Muchos animales en la naturaleza En el bosque de Città della Domenica muchos animales viven en libertad. A lo largo de los senderos se pueden observar mamíferos y aves típicos del continente europeo, pero también especies exóticas que se han acostumbrado al clima del centro de Italia. Entre ellos, la mascota del parque, el burro Asinara con su pelaje blanco, que se salvó de la extinción gracias a los esfuerzos de Città della Domenica, en colaboración con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Perugia. Subiendo la montaña, en dirección al misil, se encuentra el itinerario de la vida silvestre donde podrás encontrar canguros, renos, avestruces, yaks, llamas, liebres patagónicas, dromedarios, búfalos africanos y, entre las aves, el búho nival. Pero los animales presentes en el parque son muchísimos, desde el conejo, enano o gigante, a gallinas, gansos, tórtolas, cisnes, pavos reales, grullas, cigüeñas, guacamayos, el bisonte americano, el muflón africano, las llamas y los antílopes. A la salida del parque, en el interior de la Torre Darwin, encontrarás un reptilario con hábitats para caimanes, serpientes venenosas y gigantes.

Castel Rigone, la colina más alta del lago Trasimeno Si buscas una vista impresionante del lago Trasimeno, ese "velo de agua sobre una pradera" que describió el historiador del arte Cesare Brandi, sube a su colina más alta: Castel Rigone. Estamos en un encantador pueblo medieval de Passignano, a 650 metros. Dentro de sus muros, se conserva una obra maestra del Renacimiento en la Umbría: el Santuario de Maria Santissima dei Miracoli, lugar de devoción durante siglos. Actualmente, es un destino ideal para quienes aman los placeres idílicos del campo. El pueblo de los milagros Se dice que Castel Rigone fue fundado en el 543 por Arrigo, comandante de los ostrogodos, como avanzadilla para asediar Perugia. Todavía hoy se celebra la Fiesta de los Bárbaros para conmemorar su fundación ostrogoda. El pueblo actual se desarrolló en la Edad Media y se conserva casi intacto. En las últimas décadas, muchos edificios se han vuelto casas de vacaciones. El santuario, fundado por los habitantes de Perugia durante una epidemia en 1494, se inspiró en el de la Madonna del Calcinaio, en Cortona. Castel Rigone, lleno de casas rurales, es un destino ideal para los amantes de los productos típicos: aceite y vino de las colinas del Trasimeno, especialidades de pescado del lago y judías. Cerca de allí está Magione, pueblo dominado por el castillo que aún pertenece a los Caballeros de Malta, con la iglesia de San Giovanni Battista y sus frescos del pintor futurista de Perugia Gerardo Dottori.