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Cicloturismo
Trentino

Trentino, en bicicleta por la naturaleza que perfuma a vinos y manzanas

Desde las cumbres de los Dolomitas hasta las orillas del lago de Garda, el ciclismo en Trentino es una gratificante experiencia con la naturaleza entre ríos y lagos, bosques y prados.

3 minutos

 Y mientras los viñedos y los manzanares invitan a degustar los sabores del territorio, los castillos medievales son testigos de un importante pasado: he aquí 5 itinerarios para disfrutar de una experiencia totalmente ecológica.

Carril bici de los Dolomitas

Carril bici de los Dolomitas

El carril bici atraviesa los valles de Fassa y Fiemme, donde duranteel verano el deshielo de las nieves invernales deja al descubierto los amplios prados verdes y las rocas blancas de Dolomia, con el fondo de los macizos majestuosos de Latemar y Catinaccio. El recorrido serpentea a través de bosques de abetos y alerces durante casi cincuenta kilómetros, que se recorren lentamente a lo largo del arroyo Avisio, y sigue en gran medida, la ruta de la famosa Marcialonga, la competición de esquí de fondo más importante de Italia que se celebra el último domingo de enero. Punto de partida en Alba di Canazei, en el Valle de Fassa, alcanzando la planicie de Moena, para luego llegar hasta Molina di Fiemme. También es posible recorrerla en la dirección contraria.

Carril bici de los lagos

Carril bici de los lagos

Esta ruta cicloturista y peatonal del Valle de los Lagos (Valle dei Laghi) parte de las orillas del lago de Garda y asciende por completo por el Valle dei Laghi, serpenteando como una larga cinta a través de la naturaleza, cultura e historia de la región del Trentino. El recorrido comienza en Riva del Garda y discurre a lo largo del río Sarca durante cuarenta kilómetros, para adentrarse por castillos, viñedos y lagos como Cavedine, Santa Massenza y Toblino.  En el camino, merece la pena visitar Arco di Trento, destino vacacional de la nobleza de los Habsburgo, situado al pie del acantilado sobre el que se levantan los restos del antiguo castillo. Atravesando el sugerente paisaje de le Marocche, se llega al pequeño pueblo de Sarche, donde la ruta puede terminar o continuar por ramales mucho más desafiantes para ciclistas más expertos.

A lo largo del río Adigio

A lo largo del río Adigio

El itinerario de la ruta cicloturista empieza en Rovereto, una importante localidad cultural que precisa de una visita al famoso Mart - Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Trento y Rovereto. Luego continúa, entrelazando naturaleza e historia: te encontrarás con los viñedos de Vallagarina, que invitan a catas de vino en sus bodegas, el biotopo de Taio, una reserva natural perfecta para la observación de aves migratorias, y numerosas fortificaciones medievales a orillas del río Adigio, como el imponente Castel Beseno, al que se puede llegar a través de una extenuante subida de dos kilómetros. En el camino de vuelta también se cruza el futurista puente con carril para bicicletas de Nomi. La ruta es mayoritariamente llana y discurre en su totalidad por carreteras asfaltadas donde la circulación de vehículos está prohibida.

Entre las plantaciones de manzanares del Valle de Non

Entre las plantaciones de manzanares del Valle de Non

Un relajante paseo en bicicleta por caminos rurales y carriles bici a través de los célebres campos de manzanares que se pierden en el horizonte, salpicados de castillos y antiguas residencias nobiliarias. Se trata de la zona conocida como las Quattro Ville, que ofrece unas vistas impresionantes de las cadenas montañosas circundantes, como la imperdible vista de Castel Cles, el principal punto panorámico donde detenerse para admirar el lago de Santa Giustina desde una colina. Siguiendo hacia el sur, merecen una visita, exclusivamente guiada, Castel Valer y Castel Nanno, residencias privadas inmersas en el Parque Natural del Adamello Brenta. La ruta es apta para todos los públicos y de dificultad baja y ofrece la posibilidad de hacer paradas para degustar las famosas manzanas de la zona.

Carril bici de Valsugana

Carril bici de Valsugana

Una ruta cicloturista apta para todos los públicos, inmersa en la naturaleza de la Valsugana, que conduce a la frontera con el Véneto. Pedaleando durante ochenta kilómetros entre los aromas y colores de los manzanos en flor y los campos cultivados, a lo largo del lago de Caldonazzo antes y luego del río Brenta, se cruzan pequeños y característicos pueblos de montaña. Si no se dispone de mucho tiempo, recomendados recorrer al menos el tramo inicial de Pergine a Borgo Valsugana, de unos 30 km, sumamente agradable y representativo. Recientemente el carril bici también ha ganado el prestigioso premio de la prensa Italian Green Roads Award 2020, el Oscar italiano del cicloturismo para las rutas verdes más bonitas de la península, que combinan territorio, cultura y excelencia gastronómica.

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