Resumen
Llegar a Alta Badia en invierno significa llegar al corazón de los legendarios Dolomitas, donde las pistas están magníficamente equipadas y el paisaje es impresionante.
En este rincón del Alto Adigio, las vacaciones son perfectas para toda la familia y los aficionados al esquí tendrán mucho que disfrutar. La estación permite acceder a la Sellaronda o al recorrido de cuatro pasos por el macizo rocoso del Sella y experimentar la emoción de esquiar durante días enteros sin repetir nunca la misma pista.
Alta Badia tiene una posición privilegiada dentro de Dolomiti Superski, entre Colfosco, Corvara y La Val. Aquí hay 130 kilómetros de pistas de esquí, 53 remontes, 1 parque de nieve con 3 niveles de dificultad diferentes, 30 kilómetros de pistas de esquí de fondo y pistas de trineo. Para una experiencia inolvidable en la nieve, puedes participar en una excursión nocturna.
Las pistas de esta zona se sitúan entre los 1300 y los 2778 metros de altitud y la nieve está siempre vigilada y presente de noviembre a abril.
Es una estación de esquí muy moderna y bien equipada, aunque su historia no es reciente. El esquí es un deporte tradicional aquí desde que se construyó la primer telesilla italiana, el Col Alto, en Corvara en 1947.
Hoy todo ha cambiado y los tiempos de espera se han reducido considerablemente, al igual que las aglomeraciones en las pistas. Los remontes cuentan con modernos teleféricos, telesillas y telesquís, lo que la convierte en una de las direcciones mejor equipadas y más eficaces del sector.
El esquí en Alta Badia es para todo el mundo, tanto para adultos como para niños, pero son sobre todo los esquiadores experimentados los que lo eligen como destino principal para unas vacaciones en la montaña. Los primeros turistas de nieve llegaron en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, en busca de refugio y descanso. La primera escuela de esquí se fundó en Corvara en los años 30 y en 1938 se construyó el primer remonte en Col Alto, el de trineos.
Cuando la nieve se derrite, dando paso a increíbles paisajes y a un clima suave y agradable, los remontes de Alta Badia se convierten en el punto de partida de excursiones, senderismo de altura y ciclismo de montaña. La joya es el silencio y la tranquilidad de los bosques que convertirán sus vacaciones de verano en un auténtico retiro.
La oferta es variada y si crees que te vas a aburrir, estás muy equivocado. Desde la escalada hasta la equitación, desde el parapente hasta la pesca, desde la marcha nórdica hasta la relajación en uno de los balnearios del valle. Cada día en Alta Badia será un descubrimiento. Incluso en verano.
