5 vías ferratas en los Dolomitas de Sesto que no te puedes perder
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Ubicadas entre las escarpadas rocas de los montes de Sesto durante la Primera Guerra Mundial para abastecer a las tropas que se encontraban en el frente, las espectaculares vías ferratas se encuentran entre los destinos más populares de los Alpes orientales y ofrecen impresionantes vistas del territorio de las Tres Cimas.
Las numerosas vías ferratas situadas alrededor de Sesto son bastante heterogéneas y difieren en longitud, exposición y preparación física necesaria. Aunque no todas son aptas para la escalada deportiva, el recorrido vertical asegurado por cables metálicos, escaleras y puentes del monte Paterno, la Torre di Toblin y la Strada degli Alpini hacen que estas rutas se encuentren entre las más frecuentadas tanto por principiantes como por expertos..
Las extraordinarias vistas del paisaje alpino que rodea las Tres Cimas enriquecen la experiencia de la escalada con una sensación de maravilla que llena el alma.
El casco, los zapatos resistentes y la protección contra la intemperie son equipos indispensables que no pueden faltar en el kit de escalada, fundamentales incluso para las vías ferratas más sencillas de los Dolomitas de Sesto.
Una experiencia única, especialmente para los alpinistas apasionados por la historia, es recorrer el frente dolomítico de la Primera Guerra Mundial mediante las vías ferratas del monte Paterno, la Torre di oblin y la Strada degli Alpini.
No obstante, en general, toda la región ofrece a los aficionados al montañismo la oportunidad de caminar entre el paso del monte Croce en Sesto y entre el paso del Falzarego en Cortina d'Ampezzo, más de 40 vías ferratas de todos los niveles.
Monte Paterno - vía ferrata De Luca Innerkofler
La De Luca-Innerkofler, situada en el monte Paterno, frente a las Tres Cimas, es sin duda la vía ferrata más conocida de los Dolomitas de Sesto, y sigue el antiguo frente italiano de la Primera Guerra Mundial. A través de la galería Paterna, el recorrido conduce hasta el corazón de la montaña, para luego llegar hasta la cumbre. Aquí la pausa para recuperar el aliento se ve realzada por la espectacular vista de la cara norte de las Tres Cimas. Partiendo de la Forcella del Camoscio, se abre un estupendo circuito que sigue el Sentiero delle Forcelle (sendero de los Desfiladeros). También resulta inolvidable el descenso por la Forcella Passaporto.
La Strada degli Alpini
Construida por las tropas alpinas italianas durante la Primera Guerra Mundial, esta impresionante vía ferrata, aunque relativamente simple desde el punto de vista técnico, no debe subestimarse por su longitud, especialmente cuando hay nieve.
Al llegar en teleférico a la estación de montaña Prati di Croda Rossa (a 1914 m), se sigue el sendero n.º 100 hasta llegar al inicio de la vía ferrata de la Croda Rossa. Al continuar el camino, se pueden admirar los restos de la Primera Guerra Mundial en el puesto de Wurzbach y proseguir hasta el cruce cerca de la Forcella di Croda Rossa (2698 m). Tras dejar atrás el camino de subida, se comienza a descender hasta el barranco detrítico. Desde aquí, con la ayuda de cables de acero, se llega a la Strada degli Alpini. La ruta equipada supera algunos escalones y llega a un amplio saliente bien expuesto donde podrás hacer una pausa y disfrutar de la vista única de las paredes verticales. Se reanuda el descenso y, pasado el refugio Comici, se llega al aparcamiento de Val Fiscalina, donde se puede coger un autobús para volver a la estación inferior del teleférico.
Torre di Toblin - Sentiero delle Scalette
Si quieres disfrutar de una de las vistas más espectaculares de toda la zona de los Dolomitas, lo más seguro es que el Sentiero delle Scalette (sendero de las Escaleras) no te defraude.
Un camino corto y de dificultad media conduce, a través de un recorrido casi vertical, a la vertiente norte de la Torre di Toblin (2617 m), justo detrás del refugio Locatelli. A través de 17 escaleras, se llega al puesto austriaco situado en la parte superior de la imponente «torre». A lo largo del sendero se pueden admirar, perfectamente conservados hasta el día de hoy, escaleras de madera y ganchos de hierro, mudos testigos de la guerra que acompañan la subida.
La cumbre ofrece una vista impresionante del monte Paterno y de la cara norte de las Tres Cimas.
Tras una parada para reponer fuerzas, se reanuda el descenso por una vía ferrata sencilla y bien señalizada (Feldkurat Hosp), a lo largo de la cresta noreste.
Ferrata Cima Croda Rossa
Siguiendo la ladera norte de Cima Dieci, que forma parte de la famosa Meridiana di Sesto, la vía ferrata conduce a Cima Croda Rossa.
Desde la estación superior de los Prati di Croda Rossa (1.914 m), pasando por los Costoni di Croda Rossa, se llega al inicio de la vía ferrata Croda Rossa, a 2.300 metros de altitud. Una escalera ayuda a superar el primer desnivel. La ruta continúa por senderos bien señalizados y pasadizos que se remontan a la Gran Guerra. Cables de acero y escaleras aseguran los pasos más empinados de la ruta, que, continuando por la escalada, alcanza la meseta del puesto de Wurzbach. Sólo unos cientos de metros separan este punto de la cumbre de la Croda Rossa (2.965 m), una de las montañas más altas de la zona, desde la que se puede admirar un panorama único.
El descenso se realiza por la misma ruta que la subida o por el camino de Castelliere.
Vía ferrata alrededor de Cima Dodici - Croda dei Toni (Severino Casara)
Abierta en 2015, esta vía ferrata recorre un trazado corto, fácil y agradable.
El itinerario, poco conocido y frecuentado sobre todo por quienes conocen bien los Dolomitas, a través de la pared sur de la Croda dei Toni, conecta el refugio Pian di Cengia (a 10 minutos del punto de inicio) con el refugio Carducci.
La vía ferrata, que bordea una cornisa en la pared sur de la Cima Dodici, atraviesa las gargantas con dos puentes colgantes que hacen que el recorrido sea tan complejo como emocionante.
Atravesado el amplio canal de detritos bajo la Forcella de l'Agnel (2578 m), y en algunos tramos mediante cables de seguridad, el trazado sube por una pared corta pero bastante resbaladiza que conduce al desfiladero en el que se encuentra el refugio De Toni.
El fuerte proceso de erosión que afecta a estas montañas provocó el cierre de este sendero alrededor de Cima Dodici durante muchos años. Reabierta oficialmente en 2015 tras unas obras de renovación, la ruta sigue un nuevo trazado en algunos lugares, lo que permite sortear los pasos erosionados.
Contenido elaborado con información proporcionada por el colaborador Associazione Turistica di Sesto
