Geraci Siculo

Ya a primera vista nos habla de su pasado como ciudadela fortificada, Geraci Siculo, un pequeño pueblo que se alza sobre una ligera elevación desde la que la vista se pierde en un espléndido panorama. Aquí el ambiente es cordial y la hospitalidad auténtica, caracterizada por una amabilidad de antaño. El pueblo fue una de las residencias favoritas de la familia Ventimiglia, que dejó numerosos testimonios artísticos y culturales, como el Bevaio della SS. Trinità, un antiguo abrevadero con dos fuentes de piedra, y el Castillo. Hoy en día, sólo quedan las ruinas de esta, pero permiten percibir la grandeza de la antigua fortaleza: está situada en una colina de difícil acceso, elegida precisamente por su posición estratégica. Por último, es sugerente la iglesia de Sant'Anna: según la leyenda, aquí se guardaba el cráneo de la santa, trasladado posteriormente a Castelbuono.