Resumen
El castillo de Trani es un cuadrilátero de pureza geométrica, bañado por las olas del Adriático por un lado y completado por cuatro torres, una en cada esquina. Resulta tan escenográfico que podemos llegar a sospechar que Federico II de Suabia, el soberano que comenzó su construcción en 1233, se dejó guiar solo por su refinado sentido estético. En realidad, esta obra maestra de la arquitectura también se concibió con un marcado sentido práctico. El objetivo era sobre todo vigilar la rada de Trani, centro de importantes intercambios comerciales y, por lo tanto, tenía que estar cerca del puerto. Además, los cimientos necesitaban apoyarse sobre un sólido banco de roca, y este se encontró no muy lejos de la catedral, con lo que se consiguió un acoplamiento arquitectónico espectacular. Por último, el castillo debía diseñarse de forma que pudiera utilizarse tanto para la defensa como para albergar a la corte. Por ello, cuando Federico II inició las obras, tomó como modelo las fortalezas más modernas de la época, es decir, los castillos cuadrangulares construidos por los caballeros cristianos en Tierra Santa, que había visto en persona durante la Sexta Cruzada. Ya en 1259, el castillo de Trani era tan bonito que fue elegido para la celebración de la boda de Manfredi, hijo de Federico II y rey de Sicilia, con Elena Ducas Comneno.
Pocos años después, la pobre Elena sería traicionada por el propio gobernador del castillo de Trani, ya que en el momento de peligro, en lugar de darle cobijo, la entregó al enemigo Carlo d’Angiò. Este, tras derrotar a Manfred, se enamoró del castillo y celebró allí su matrimonio con Margarita de Borgoña. El aspecto actual del castillo se ve afectado en parte por las modificaciones realizadas en el siglo XVI por Carlos V de Habsburgo para adaptarlo a las armas de fuego: se bajaron las torres, originalmente esbeltas y elevadas, y se reforzaron las paredes, además de añadir, entre otras cosas, el bastión del suroeste con forma de punta de lanza. En la actualidad, el castillo puede visitarse y utilizarse como lugar de exposición: desde 2021, los caminos de ronda exteriores también son accesibles al público y, desde 2022, las casamatas albergan la colección de la reina Margarita de Saboya, representativa de las corrientes artísticas italianas de los siglos XIX y XX, donada al Estado por Víctor Manuel III en 1928.
