Turín y las suntuosas residencias de los Saboya
4 minutos
Corazón del Reino de Saboya durante siglos, teatro y motor de la unificación nacional, así como primera capital del Reino de Italia.
Si visitáis Turín debéis descubrir las espléndidas residencias reales que la familia Saboya construyó entre los siglos XVII y XVIII: un viaje en el tiempo entre símbolos de la hegemonía de la dinastía, castillos de caza, residencias de vacaciones, y palacios que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad.
Listos para esta aventura en la bella Turín de los Saboya?
Qué son y dónde están las residencias de los Savoya
Las residencias de los Saboya son los lugares de poder de los Saboya, construidos a partir de 1563 entre Turín, capital del Ducado de Saboya, y su provincia, donde la familia se trasladaba periódicamente para cazar o para pasar períodos de ocio y descanso sin alejarse del centro.
El proyecto de reorganización del territorio de Saboya comenzó en Turín. Aquí se pueden admirar y visitar las residencias de los Saboya que formaban parte de la llamada Zona de Mando en el centro de la ciudad.
Un conjunto de edificios, 11 seleccionados por la UNESCO, desde los que se ejercía el poder en sus formas política, administrativa, y cultural: el Palacio Real, la Armería Real, el Palacio de la Prefectura y los Archivos del Estado, la Fachada del Teatro Real, la Academia Militar, la Real Caballería, la Real Casa de la Moneda, el Palacio Chiablese, el Palacio Madama, y el Palacio Carignano.
Alrededor de Turín, distribuidos según un esquema radiocéntrico, se encuentran los otros 11 edificios que representaban las residencias suburbanas utilizadas por la familia Saboya para el ocio, las fiestas, y la caza. Esta es la Corona de las Delicias, compuesta por el Castillo del Valentino, la Villa della Regina, el Castillo de Moncalieri, el Castillo de Rivoli, el Castillo de Venaria Reale, la Palazzina di Caccia di Stupinigi, el Castillo de Agliè, el Borgo Castello de La Mandria, el Castillo de Racconigi, el Castillo y la Agenzia de Pollenzo y el Castillo de Govone.
Historia y datos interesantes sobre las residencias de los Saboya
La dinastía de los Saboya llegó a Turín cuando aún era una ciudad medieval e inmediatamente la convirtió en la capital del Ducado, iniciando un vasto programa de construcción que dio a Turín una nueva cara, transformándola en una metrópolis cercana a todas las cortes reales europeas.
Durante más de un siglo, a partir de 1563, los Saboya encargaron la renovación de antiguos castillos y la construcción de nuevas residencias para consolidar y celebrar su poder, y mostrar al mundo la riqueza e influencia de Turín como capital.
Por qué las residencias son patrimonio de la UNESCO
En 1997, la UNESCO inscribió algunos de los monumentos de la dinastía Saboya en su lista de Patrimonio Mundial: 22 de los palacios y villas construidos con fines administrativos y recreativos por los duques de Saboya, 11 en Turín y 11 en sus alrededores.
Las residencias de los Saboya han pasado a formar parte de la extenso lista de la UNESCO porque constituyen una prueba excepcional del exuberante genio artístico, y la arquitectura del Barroco, y Barroco tardío, realizado durante muchas décadas por ilustres arquitectos, como Ascanio Vitozzi, Benedetto Alfieri, Amedeo di Castellamonte y Filippo Juvarra.
Qué ver en las residencias de los Saboya
Si estáis dispuestos a explorar los espléndidos palacios y las suntuosas villas de los Saboya, no faltan opciones: aquí tenéis una guía para orientaros entre tanta belleza.
Lo imprescindible de Turín
El Palacio Real, en el centro histórico, es el símbolo del poder de los Saboya. Con su fachada del siglo XVII y sus interiores ricamente decorados, todavía es posible hacerse una idea del lujo y la elegancia de la época con visitas a los pisos del Príncipe de Piamonte y a los del Duque de Aosta.
Cerca de la Piazzetta Reale se encuentra el Palacio Madama, con su elegante fachada diseñada a principios del siglo XVIII por el arquitecto Filippo Juvarra para la Señora Reale Maria Giovanna Battista de Saboya-Nemours.
El Palacio Carignano, que da a la plaza Carlo Alberto, fue la residencia de los príncipes de Carignano desde 1694. Construido en períodos diferentes, tiene un cuerpo que data del siglo XVII y otro del XIX, claramente visibles incluso para el ojo inexperto. Hoy alberga el Museo Nacional del Resurgimiento Italiano.
El Castello del Valentino, a orillas del Po, presenta, por las numerosas reformas que ha sufrido desde finales del siglo XVII hasta la actualidad, un estilo claramente francés. Hoy en día alberga el Departamento de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Turín.
También en la ciudad, hay que visitar la Villa della Regina, con sus pinturas de los siglos XVII y XVIII, el mobiliario original de la época, un enorme jardín, y una gran fuente con una escultura de mármol de Neptuno.
Alrededor de la ciudad
En las afueras de Turín hay que ver el Castillo de Rivoli, originalmente fortaleza militar y ahora sede del Museo de Arte Contemporáneo, y lo que muchos llaman el "Versalles" italiano: la Reggia di Venaria Reale, antiguo pabellón de caza de la familia Saboya. En su interior se puede visitar el Salón de Diana, la Galería Grande, la Capilla de San Uberto, y algunos de los jardines más bellos de Italia.
También está el Castillo Ducal de Agliè con sus trescientas habitaciones ricamente decoradas que se pueden visitar a diario, junto con los jardines que rodean el edificio que sólo pasó a formar parte de las posesiones de los Saboya en 1823.
Por último, el castillo real de Racconigi tiene una historia milenaria que comenzó mucho antes de que los Saboya lo convirtieran en una de sus residencias de vacaciones. Además de admirar sus impresionantes fachadas, podéis visitarlo de jueves a domingo en un recorrido por la primera planta, la segunda, y las cocinas del siglo XIX.